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Hall, C.S. & Lindzey, G. - La teoría del si mismo y la personalidad.



LA ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD:

EL ORGANISMO

    El organismo es el centro de cualquier experiencia que incluya todo aquello que ocurre internamente en el organismo y está en potencia abierto a la conciencia en un determinado momento. Esta totalidad experiencial constituye el campo fenoménico, que es el marco de referencia individual, conocido solo por la persona. Se conoce solo por medio de inferencias empáticas y, por lo tanto, nunca es posible un conocimiento perfecto.
    El modo como el individuo se comporta depende del campo fenoménico (la realidad subjetiva) y no de condiciones estimulantes (la realidad externa).
    El campo fenoménico no es idéntico al de la conciencia. Esta es la simbolización de parte de nuestra  experiencia.
    El campo fenoménico se compone de experiencias concientes (simbolizadas) e inconcientes (no simbolizadas) .El organismo puede discriminar y reaccionar ante una experiencia no simbolizada. Roger llama a esto SUBCEPCIÓN.
    Es posible que la experiencia no se presente de un modo concreto u el dicho caso el sujeto se desempeñara inadecuadamente. Pero todos tendemos a confrontar nuestra experiencia simbolizada con el mundo tal como es. Esta verificación de la realidad, le proporciona un confiable conocimiento del mundo que le permite conducirse con realismo. Algunas percepciones sin embargo, son incorrectamente verificadas o no lo son del todo; esas experiencias pueden inducir al individuo a asumir una conducta carente de realismo e incluso a obrar en su propio detrimento.
Toda persona debe tener, en alguna medida, la noción de un criterio impersonal o externo, de la realidad; de lo contrario, no podría confrontar el cuadro interno con el cuadro objetivo de la realidad.
    Lo que una persona experimenta o piensa no es verdaderamente, para ella, la realidad, sino tan solo una hipótesis provisional que puede ser correcta o incorrecta respecto de la realidad; la persona suspende el juicio hasta haber sometido a pruebe esa hipótesis. La prueba consiste en confrontar la corrección de la información recibida con otra fuente de información.
    El organismo es en todo momento un sistema organizado total; la modificación de cualquier parte puede producir cambios en cualquier otra parte. Rogers rechaza el atomismo y la segregación a favor de la teoría de la gestalt.

EL SI MISMO

    Una parte del campo fenoménico poco a poco se va diferenciando y se convierte en el si mismo o autoconcepto que denota la gestalt conceptual, organizada y coherente, compuestas de percepciones características del “yo” o del “mi” y las percepciones de las relaciones del “yo” o del “mi” con otros y con diversos aspectos de la vida, junto con los valores vinculados a esas percepciones. Se trata de una gestalt que esta preparada para la conciencia, fluida y cambiante, un proceso que en cualquier comento determinado se torna en una entidad especifica.
    Cuando se le da la oportunidad a los  clientes de expresar sus problemas y sus actitudes con sus propios términos, sin orientación o interpretación, tienden a hablar en función del si mismo y su objetivo es llegar a ser el “verdadero si mismo”.
    Además del si mismo tal como es (la estructura del si mismo) existe un si mismo ideal que representa lo que la persona desearía ser.
   
EL ORGANISMO Y EL SI MISMO: CONGRUENCIA E INCONGRUENCIA.

    La congruencia y la incongruencia entre el si mismo tal como es percibido y la experiencia real del organismo: Cuando las experiencias simbolizadas que constituyen el si mismo reflejan fielmente la experiencias del organismo, se dice que la persona esta bien ajustada, ha alcanzado madurez y funciona por completo. Esta persona acepta la gama total de la experiencia organismica sin temores ni ansiedad y es capaz de pensar de un modo realista, (congruencia).
    La incongruencia le hace sentirse al individuo amenazado y ansioso por lo cual se comporta defensivamente y su pensamiento se constriñe y se vuelve rígido.
    Una es la congruencia o falta de ella entre la realidad subjetiva (campo fenoménico) y la realidad externa (el mundo tal como es). Otra es el grado de correspondencia entre el si mismo y el si mismo ideal. Si las discrepancias entre ambos es excesiva el sujeto esta insatisfecho y mal ajustado.
    Los principales puntos de interés de Rogers son: como la incongruencia evoluciona y como el si mismo y el organismo se pueden tornar mas congruentes.
   
DINAMICA DE LA PERSONALIDAD.

    El organismo tiene una tendencia o impulso básico a actualizarse, mantenerse y desarrollar al organismo experienciante.
    Angyal y Maslow, se funda sobre el supuesto de que el organismo constituye un sistema dinámico enteramente monista, donde un impulso basta para explicar toda la conducta; implica que la personalidad se desenvuelve según las directrices de la naturaleza del organismo. Por una parte existe una fuerza motivadora única y por la otra, un único objetivo vital.
    El organismo se realiza de acuerdo a la orientación trazada por la herencia. A medida que madura deviene más diferenciado, se expande con mayor amplitud, se vuelve mas autónomo y mas socializado. En la vida de todos existe un movimi8ento propulsor y esa tendencia a progresar es precisamente la única fuerza en la que el terapeuta puede confiar para lograr la mejoría del cliente.
    En el grupo el individuo puede dar ayuda al mismo tiempo que la recibe; esto disminuye las barreras entre una persona y la terapia. También es posible que el acto de ayudar sea también una experiencia terapéutica, pero esta es una mera conjetura.
    En la terapia grupal un individuo puede alcanzar un equilibrio maduro entre dar y recibir, entre su propia independencia y  una dependencia de los demás realista y autosustentadora.

EL PROCESO DE LA TERAPIA GRUPAL

Algunos Detalles de la organización y procedimiento:

    Normalmente los grupos están integrados por una seis personas y el terapeuta. Al respecto algunas personas parecen necesitar la ventaja de un máximo de interacción personal,  y alcanzar la economía que a sido unos de los rasgos atractivos del enfoque grupal. Se puede trabajar eficazmente con menos participantes, y se puede agregar uno o dos más. Ir mucha más allá de seis parece lentificar al grupo e incrementar el número de personas que permanecen en la periferia del grupo sin incluirse en el proceso.
    Los grupos se reúnen en una habitación silenciosa y cómoda donde todos puedan sentarse alrededor de una mesa; lo deseable es que no sea ni muy estrecha ni demasiado especiosa.
    Se pueden incluir personas con los más diversos problemas y personalidades.
    Los grupos se reúnen dos veces por semana oralmente durante un periodo de una hora, aunque a menudo resulta adecuado un periodo mas extenso. Los grupos tendian a promediar unas 20 reuniones.

Como comienzan los grupos:

    El terapeuta actúa con el supuesto de que el grupo puede comenzar sin su orientación.                           Generalmente dice algo al efecto de que los objetivos del grupo sean conocidos por todos los miembros y de que el grupo pueda desarrollar y seguir sus propias orientaciones. Puede haber cierta incertidumbre al comienzo, pero el mejor remedio para la incertidumbre parece ser el establecimiento de la responsabilidad del grupo para su propia dirección. En las reuniones iniciales se ponen en evidencia muchas pautas diferentes. En algunos grupos hay manifestaciones seguidas de retraimiento o una atmosfera de nerviosidad que da tiempo al desarrollo de la seguridad dentro del grupo.        Otros se aplican a su tarea sin demoras, comenzando con tanta participación como la que se encuentra en la terapia individual cuando el cliente esta enormemente cargado de ansiedad y necesita desesperadamente comunicar su tensión. Una pauta bastante tipica es que los diferentes miembros cuentan algo de si mismos y describen sus problemas, haciéndolo, informalmente y sin presiones.
    Los temas característicos de un grupo particular emergen y se desarrollan en un proceso identificable.
   
El desarrollo de un grupo y el concepto de tema.

    Un tema es una cuestión y un punto focal de la discusión, con un claro comienzo y un claro punto final. En una sesión puede aparecer uno o varios temas. Par cada tema hay un participante que es el centro focal y hay participantes menos cuya cantidad e intensidad de participación varia de un tema a otro. En una serie de sesiones, algunos temas son de corta duración; se los extrae, se los examina brevemente y se los abandona. Otros se abren camino a lo largo de todas las sesiones, recurriendo cada vez con una significación mas profunda y con variaciones aportadas por diferentes miembros.
    Un tema se enuncia y desaparece. Luego emergen otros. El tema original se retoma y elabora. El movimiento se produce en la dirección de mayores detalles y una expresión emocional  mas profunda. La estructura formal esta ausente, pero hay una clara pauta de desarrollo, una dirección e intención inconfundible.
    Aparentemente cuando sigue de cerca a una persona el terapeuta se convierte en una parte armoniosa del pensamiento, ayudando al proceso pero sin interferirlo inyectando nuevos elementos.


LOS MIEMBROS DEL GRUPO COMO TERAPEUTAS

    En la terapia de grupo hay un interjuego de roles; un miembro puede introducir un tema y seguir su desarrollo con la asistencia no solo del lider del grupo sino tambien de los otros miembros. Cuando se introduce un nuevo tema, puede no encontrarse ya en el rol de cliente perplejo y ansioso sino en el de miembro que comprende mejor lo que el nuevo cliente esta diciendo y que es capaz de ayudarlo a esclarecer sus percepciones de si mismo y de su mundo.Los diferentes individuos son enfocados como clientes y como terapeutas.
    El estudio de Gorlow De las actividades de los miembros del grupo como terapeutas ha demostrado que la interaccion entre los miembros cambia cualitativamente a medida que progresa la terapia. Los miembros parecen aprender a ser mejores terapuetas. Hay un incremento de condectas caracterizada como permisiva y aceptadora y un decresimiento de la conducta caracterizada como interpretativa, evaluativa y critica, de la primera a la ultima parte de la terapia. Puede suceder que los terapuetas miembros aprendan del lider absorviendo sus actitudes y captando la racionalidad 6y utilidad de lo que hace. O que la clase de conducta que se caracteriza como terapeutica emerja una vez que la persona alla progresado en su propia terapia, puede ser sintoma de una mayor seguridad personal. Los individuas que estan mejores adeptados antes de iniciar la tertapia son los mas capaces para asumir las actitudes constructivas del terapeuta en las sesiones iniciales.
    Las personas que obtenian mas beneficios de la terapia eran los que empleaban con mayor frecuencia los tipos de proposiciones del terapueuta.

SELECCION DE LOS MIEMBROS DEL GRUPO

    Dos conjunto de probabilidades: una es la probabilidad de que el individuo se beneficie con la experiencia , la otra de que el grupo se beneficie con su presencia.
    Desde el punto de vista del individuo, el único criterio que parece coherentemente aplicable es si él mismo elige o no, sin que se lo presione, unirse a un grupo para trabajar en un problema que lo procupa. (Una persona timida ansiosa o hostil se puede venificiar).
    Respecto a personas que alteran al grupo: varios grupos vieron alterado su funcionamiento por personas perturbadas pero con conocimientos de psicodinamica que usaban cruelmente contra los demas. Los miembros parecen menisa capaces de protegerse de ete tipo de ataque mediante el conocimiento.Si una persona  a permanecido durante uno o dos años en terapia , con beneficios inciertos, comenzamos a penzar que sera mejor para ella continuar trabajando en terapia individual.
    En general creemos que es mejor no incluir en un grupo a personas extramadamente hortiles y agresivas ( ya sea psicotica o no) porque dificulta o imposibilita la atmosfera de aceptacion y ausencia de amenazas, escencial para el exito del grupo.
    No es  deseable tener un grupo integrado por personas que tiene un contacto intimo diario y continuado fuera del grupo; algunos grupo asi an tenido exito y otros han trapezado con los sentimientos de culpa que se transfieren de la situacion grupal a la vida cotidiana.
    La conbinacion de terapia individual y grupal puede resultar eficaz; la decision corresponde al individuo y terapeuta.
    Habitualmente tenemos una entrevista individual inicial con cada postulante, en parte como procesdimiento de seleccion y el parte como medio de ayudar a la persona a disponense para ingresar en un grupo. Tenemos la oportunidad que terapueta y paciente se conoscan de modo que en la primera reunion grupal hay cierta sensacion de intimidad.

LA EFICACIA DE LA TERAPIA DE GRUPO

    La terapia de grupo es útil, los logros se mantienen al menos por dos años, como lo indican algunas investigaciones; el otros informes se afirma que el grupo proporciona solamente un ímpetu para el progreso.
    Los individuas expresaban no solo los beneficios que habían experimentado con respecto al manejo de problemas específicos sino también dos beneficios mas: se trataba de una mayor aceptación de si mismos y deseo de ser auténticos, e internalización y continuación del proceso de la terapia; (el proceso puede ser asumido y continuado dentro de uno mismo)

Puget, J & Bernard, M. - El grupo y sus configuraciones



Método psicoanalítico se  define por:
·    El establecimiento de un vínculo dual.
·    Roles prescriptos por la situación psicoanalítica.
·    Un campo terapéutico transferencial y comunicacional con leyes especificas.
·    Asimetría vincular. 
En un grupo, de en cambio, el establecimiento de una red vincular multipersonal crea un campo terapéutico de transferencias múltiples con sus leyes de comunicación características insertas en un microcontexto sociocultural.

El encuadre

El ritmo y la frecuencia de los encuentros establecidos contractualmente configuran una continuidad espaciotemporal institucionalizada que adquiere una significación estratégica y técnica.
La organización espaciotemporal y económica de los encuentros constituye el aspecto explicito del encuadre.
La hora: En los grupos la duración de la sesión es de 60 minutos como mínimo y 90 minutos como máximo, con una frecuencia de una o dos veces por semana, a lo sumo tres. En un tratamiento psicoanalítico se asigna a cada sesión 50 minutos, con una frecuencia de tres, cuatro o cinco veces por semana.

Esta unidad  de tiempo (la hora), es necesaria para la instalación de un proceso psicológico e interaccional en el que se pueden describir fases:
1.      comienzo
2.      momento elaborativo
3.      final

El peculiar manejo del tiempo y de la regresión permite efectuar una distinción cualitativa, Grotjahm distingue:
a.       Regresión terapéutica benigna: especifica de los grupos
b.      Regresión competitiva automática: facilita el contacto con el inconciente de cada una de las personas del grupo.  
La mayor duración de las sesiones de grupo, corresponde al reconocimiento de un proceso multipersonal requiere un tempo para que se instale y pueda ser detectado, comprendido y analizado. La menor frecuencia de las sesiones está relacionada con el efecto desesructurante de una convivencia grupal (en relación con las modalidades individuales narcisísticas) que produce una movilización de ansiedades subyacentes, las cuales no podrían controlarse con nuestra técnica.


 El restringido numero de personas que integran un pequeño grupo facilita la producción de un tipo de comunicación en el que la fusión  de identidades es tanto fundante como disruptiva.

Los intervalos entre sesión y sesión sólo en pocos momentos de la vida de un grupo adquieren significación, es importante mantener un ritmo de sesiones que no facilite más que una organización temporal significativa y asegura una continuidad, al tiempo que posibilite el mantenimiento de la abstinencia necesaria para la instalación de procesos simbólicos.
El terapeuta suele ocupar siempre el mismo sillón. Los pacientes cambian sus lugares e incluso cambian las sillas de lugar, usan este elemento como un lenguaje de acción que adquiere significación en la comunicación habitual. Es habitual que las sillas queden adscriptas a un rol.
La noción de respeto por los secretos ajenos es una regla.
La terapia de grupo nos ubica en un rol gestual activo en la dinámica de la comunicación. La asimetría se logra en un grupo por nuestra función normativa y nuestra actitud interpretativa; el hecho de estar frente a frente modifica el acto de escuchar y el de pensar, ya que inhibe y estimula a la vez. La recepción simultánea de varios estímulos obliga a realizar un trabajo intelectual y afectivo de selección y organización inmediata sin que haya tiempo para procesarla. El pensar reflexivo puede ser vivido como distracción. La atención flotante que utilizamos para escuchar a un solo paciente es reemplazada por una atención….condicionadora ¿???? de estímulos que posibilita un pensamiento reflexivo.
El terapeuta del grupo recupera un momento para pensar, es un observador, por lo tanto no es solo una pantalla de proyecciones sino también un participante activo del proceso comunicacional.
En una relación bipersonal los estímulos provienen del emisor y el paciente y del campo invariable el consultorio interno y externo; en cambio, en un grupo los ruidos propios del consultorio no alcanzan a ser significativos y  son reemplazados por el ruido invariante de la interacción (movimientos de sillas, llegadas, voces simultáneas).
La intervención sincrónica de varios niveles de comunicación requiere un adecuado balanceo entre síntesis y análisis.

El conflicto

En un grupo, el conflicto se expresa simultáneamente en dos niveles:
el primero esta relacionado con  la confrontación de la estructura sociocultural grupal de cada miembro del grupo, con la ofrecida por el grupo terapéutico.
El segundo, con la identidad de cada miembro como individuos desde los modelos primarios y familiares.
Los conflictos intrasistema  e intersistémicos son los que dan su matiz especifico a este campo de trabajo. Entre cada sistema se produce una realimentación permanente.
En una psicoterapia psicoanalítica de grupo, la presencia de personas reales externas, los demás pacientes, el analista visto frente a frente y la posibilidad de percibirlos como tales, imprimen su sello particular a la instalación de los procesos fantaseados y transferenciales. 
Ofrecemos a los pacientes un espacio-tiempo compartido y compartible, en el que la expresión de un conflicto depende de que los demás quieran  o no asumir la representatividad de parte del mismo.
El conflicto individuo versus sociedad o indiscriminación versus discriminación está planteado dramáticamente de entrada, o en otras palabras refleja la dificultad de articular ambas identidades, antagonizarlas es una defensa.
En un grupo la presencia de otras personas plantea de inmediato la aparición de conflictos ligados con la asunción de roles y con reforzamientos defensivos. Es común que en las primeras sesiones la preocupación central gire en torno a un aspecto distributivo, a una presentación formal proveniente de otro contexto y a una búsqueda de normas que den cuenta del proceso.

¿Cuál será el aspecto de la situación terapéutica utilizado para los mismos fines?
Encontramos las siguientes posibilidades:
El individuo hace caso omiso de su individualidad y se confunde con los deseos y necesidades de los demás.
Se refugia en su individualidad, se aísla y los demás se transforman en un todo indiviso y persecutorio que destruirá su yo-grupal interno, arcaico y rígido. Proyecta fantasías y los demás le devuelven la realidad. Proyecta objetos arcaicos y aceptan la proyección el mundo del otro.
Lo confronta con otros grupos: el suyo, el de los demás pacientes y el grupo real  o grupo terapéutico, sin darle tiempo para instalar puentes y enlaces que faciliten su comprensión y reconocimientote la situación en su totalidad. Los celos, son la apoyatura de la socialización del individuo, irrumpen con gran violencia  en el comienzo de una terapia. Otro tanto ocurre con la rivalidad y los sentimientos de exclusión e inclusión. 

La regresión

Freud abarca tres modalidades:
La regresión temporal: en la que se representan constelaciones de relaciones objetales infantiles
La regresión  formal: en la  que se vuelve a modos de expresión más primitivos que incluye representación de cosa y pensamiento mágico
La regresión tópica: sería la regresión del aparato psíquico al polo alucinotario, a un mundo narcisista. En un grupo se establece una regresión propia de la estructura grupal que es, en cierto modo, equivalente a la regresión formal.
El hablar  en un grupo tiene más componentes de acción que en una terapia bipersonal. Las conductas infantiles, este contexto, se dan por la interacción múltiple y facilitan la creación de un clima grupal dentro del cual se construirá una comunicación útil.
En un grupo, la regresión se produce por la unión entre las  personas que no se conocen previamente y vienen a compartir sus intimidades. La necesaria depositación de confianza con el terapeuta determina una exigencia que crea dependencia. Se impone una convivencia sin los pasos previos para su establecimiento natural. Luego la asimetría comunicacional entre el terapeuta y los demás pacientes entre sí determina una vivencia de extrañeza, malestar y frustración que pone en juego mecanismos regresivos.
En un grupo el escenario está ocupado por procesos de comunicación interpersonales en los que la realidad y fantasía está permanentemente contrastados por disociaciones bruscas. La confrontación de normas, muchas veces contradictorias, es sustituida defensivamente netamente por lo prohibido y lo permitido proyectado en el encuadre. Se instala un código tácito acerca de lo que se debe hacer en función de una referencia mítica a las costumbres de otros grupos terapéuticos u otros grupos. Se trata de una generalización y una inferencia hechas a partir de datos que son tomados parcialmente y fuera de contexto. Sin embargo, reflejan que en un microcontexto social la pertenencia se establece transfiriendo modelos grupales.
Los pacientes se ven inmersos en procesos, temáticas o acciones que pueden serles ajenos, sin disponer de un tiempo propio para hacerlos suyos, elaborar o pensar, lo cual les produce una conmoción. Recurren entonces al establecimiento de vínculos emocionales primarios.

Aspecto histórico

Los datos se descubren dramáticamente a través de la interacción. Su recolección se realiza minuciosamente en las entrevistas previas a la entrada en un grupo con fines  diagnósticos y de criterio de agrupabilidad.
En la situación grupal aparecen con crudeza puntos de fijación especialmente significativos que se han constituido en situaciones traumáticas así como modelos de identificación. Se descubre rápidamente cómo fueron asumidos y distribuidos roles en los grupos primarios de los pacientes, roles que se vuelven a asumir defensivamente en la red grupal.
El grupo tiende a cristalizar a cada paciente en  roles significativos y perturbadores según su estructura familiar. La dramatización y la actividad son formas de expresión prioritarias, por lo tanto permitirán descubrir las relaciones significativas infantiles.
Todo esto sucede sin intervención del terapeuta y únicamente en virtud del encuadre terapéutico grupal.

Transferencia

En una terapia psicoanalítica de grupo, los pacientes  tienen la misma disponibilidad interna para transferir. Cuentan con personajes reales para hacerlo en el qui y ahora situacional.
El terapeuta cumple la función de comprender y transformar discursos manifiestos. Pero el terapeuta de grupo ya no es la única persona receptora de dichos desplazamientos ni un doble de las proyecciones. Es uno más, aunque uno diferente.
La posibilidad de transferir sobre personajes reales que tienen su propia modalidad de aceptación hace más visibles y dramáticas los procesos de transferencia. Sobre el terapeuta suelen transferirse principalmente papeles normativos y figuras parentales, pero también es él quien detentará la capacidad para pensar analíticamente los conflictos.
Durante un proceso grupal es difícil que se establezca una  relación en la que el terapeuta sea tratado caso con exclusividad como un objeto interno del paciente. Los demás pacientes además de serlo, tienen un plus que le es dado por ser compañeros de terapia: sobre ellos se transfiere por un lado transferencias laterales (hermanos), y por otro aspectos de vínculos presentes, actuales y reales.
El campo terapéutico permeabiliza los mensajes. En un grupo la presencia de los demás pacientes sirve de regulador y contrastador de interpretaciones. Así como facilita el proceso o la comprensión que es regulada de esta manera, también dificulta la emisión de cierto tipo de interpretación: nos referimos a todas aquellas interpretaciones que podrían incluir un juicio valorativo. 
Las transferencias múltiples sobre personajes cuyas respuestas pueden llegar a confirmar la maldad de los objetos internos, distorsionan el aspecto corrector que la relación transferencial tiene en un psicoanálisis.
Si la experiencia terapéutica puede ser llevada de manera tal que los pacientes sientan que el “si” es un “como si fuera”, podrán discriminar lo proyectado en la construcción de una realidad actual sobre el modelo de una anterior negativa para su evolución y efectuar una reintroyección más benigna.
El peligro de una reproyección patógena es mucho mayor en un grupo ya que el proceso terapéutico no solo está en manos de una persona calificada sino también en las de otros pacientes con sus conflictos; la acción interpretativa a cargo del terapeuta se ve a veces dificultada por la violencia de ciertas interacciones. 

La asociación libre
En un grupo terapéutico la asociación libre se va dando como un libre pensar acerca de lo que otro dice, saltando así a veces el nudo resistencial que opondría cada uno de los sujetos. No requiere estructuras lógicas propias, por otra parte puede interrumpir con mayor búsqueda ya que no pasa por un proceso de autorregulación.
En un grupo la asociación libre se impone “a pesar de…”. Alguien dice algo y otro asocia. El propio problema del otro se le impone mas que el suyo; se transforma en su problema, problema que debe vehiculizar con temas que le son ajenos o que se esconden detrás de una conflictiva ajena.
La asociación que se produce en un grupo da acceso a una visión polifacética de una temática y al surgimiento de problemas inconcientes, pero no implica siempre el vencimiento de una resistencia y la elaboración de la misma.
Muchas veces el paciente se queja porque no puede hablar de lo que le interesa y sienta y siente que siempre tiene que escuchar a los demás. Si bien  la anécdota es del otro, su percepción selectiva depende siempre de el. Aquí se implican lo individual y lo grupal. Es importante entonces que el terapeuta de un grupo comprenda y haga sentir a sus pacientes cual es la participación personal en la red interaccional y comunicacional o como influye esta sobre ello. De esta manera los pacientes lograran percibir las múltiples formas de expresión de sus conflictos que no siempre necesitan de su propia anécdota para ser vehiculizados. Todo mensaje emitido tiene receptores, pero la interacción resultante no se transforma necesariamente en emergente grupal.
La pérdida del valor de la anécdota propia es una de las primeras heridas narcisistas, es asi como la historia individual ocupa un lugar secundario. Renunciar a una forma estereotipada de pensarse y presentarse es ya un paso hacia el reconocimiento de la dinámica grupal.
En un grupo, la asociación libre se da sin las trabas de la represión de cada uno de los integrantes, por este motivo puede ser defensiva. En cambio, la asociación libre en una relación psicoanalítica bipersonal sufre las vicisitudes de la represión.

La fantasía inconciente
En un grupo el concepto de fantasía inconciente nos sirve para comprender la dinámica de la interacción de un individuo con otro pero no pensamos que haya un concepto operativo de fantasía inconciente grupal capaz de explicar la dinámica de la estructura. Se crea un tipo de comunicación intuitiva que permite a los integrantes de un grupo captar una dramática dentro de la cual pueden incluirse que se transforma en un código compartido.
No se debe confundir esta fantasía inconciente grupal; más bien podría comparárselo con la instauración de un escenario que permita a cada uno expresarse desde su fantasía inconciente individual.
La estructura de su fantasía inconciente individual le permite imagina analógica e ilusoriamente un modelo de fantasía inconciente grupal. Este modelo es creado por la necesidad de pertenencia, continuidad y mismidad. Existe en cambio un tipo de comunicación intersubjetiva que se establece entre personas que se reúnen  con una frecuencia pautada que les permite captar contenidos inconcientes por codificación rápida de elementos paraverbales y preverbales. 
Un grupo no es más ni menos que la suma de los individuos que lo componen: abarca otro campo empírico. En ciertos aspectos hace posible el abordaje a una conflictiva intersubjetiva y dificulta el abordaje d partes de la personalidad a las que sólo se tiene acceso en una terapia bipersonal.



Maisonneuve, J. - La dinámica de los grupos


En la republica de Platón o en la política de Aristóteles se encuentra ya un conjunto de hipótesis de análisis de gran agudeza sobre los fenómenos colectivos, sus estructuras y sus trasformaciones. Pero no es dudoso que el estudio de los grupos y de las relaciones humanas haya adquirido un carácter positivo y experimental solo a comienzos del siglo XX.
La psicología de los grupos restringidos sigue siendo deudora, en muy amplia medida, de los grandes precursores europeos de las ciencias humanas, en especial de Durkheim y de Freud. El primero se intereso también y en grado considerable, por los grupos específicos: familia, escuela, sindicato. Sus conceptos y teorías relativos a la solidaridad, la anomia, los símbolos sociales, contribuyeron en gran medida a la interpretación de los procesos colectivos en todas las escalas. Durkheim fue el creador de la expresión de “dinámica social”.
En cuanto a Freud, una parte de sus trabajos está dedicada de modo expreso a la psicología colectiva. Los conceptos y los modelos psicoanalíticos han sido expuestos a la descripción y explicación de la mayoría de los fenómenos relacionales, tanto estructurales como afectivos, su influencia sobre todo el pensamiento de Lewin es considerable. Kurt Lewin es el creador del término “dinámica de los grupos” y el promotor de la corriente de investigación que lleva ese nombre. La expresión aparece en 1944 en un artículo de Lewin dedicado a las relaciones entre la teoría y la práctica psicológica social.
Hoy conviene distinguir un sentido amplio y uno restringido de la dinámica de los grupos, en el sentido amplio y vinculada con ciertas ideas fundamentales de Lewin, abarca un vasto conjunto de trabajos dedicados a los grupos restringidos, pero que no se refieren todos a los conceptos y los modelos Lewinianos. Su carácter común consiste en considerar la vida de los grupos como la resultante de fuerzas múltiples y móviles, que se trata de identificar y en lo posible medir con precisión. Las otras dos implicaciones de la dinámica lewiniana que aceptan más o menos todas las corrientes de investigación son las siguientes:
- la investigación y la intervención deben estar estrechamente relacionadas;
- el cambio y la resistencia al cambio constituyen un aspecto esencial en la vida de los grupos.


1 –LA CORRIENTE DINAMISTA (o Lewiniana).


La introducción decisiva de lo que denomina “el espíritu de Galileo” en la psicología contemporánea consiste en vincular estrechamente la investigación de la ley con el examen de la situación en la que ella interviene. “la validez general de la ley y el carácter concreto del caso individual no son en modo alguno contradictorios; la referencia a la integridad de la situación concreta debe sustituir la referencia a la colección más amplia posible de casos históricos que se consideran frecuentes.
El propósito de la dinámica, en psicología tanto como en física, consiste siempre en referir el objeto a la situación”, en abordar la conducta de un individuo o de un grupo en su “campo”. Ese campo abarca a la persona y el ambiente psicológico tal como para ellos. En cuanto al grupo, se lo toma como un conjunto de personas independientes. En ese sentido constituye verdaderamente un organismo, y no un conglomerado, una colección de individuos. La trama de esa organización es el campo psicológico del grupo, que engloba, no solo a los miembros, sino sus objetivos, acciones, recursos, normas etc. En el seno de ese grupo en situación se desarrolla un sistema de tensiones, ora positivas, ora negativas, correspondientes al juego de los deseos y las defensas; la conducta del grupo consistirá en un con junto de operaciones tendientes a resolver esas tensiones y a restablecer un equilibrio más o menos estable.
Una teoría explicativa de los fenómenos de grupos progresa por un vaivén entre el terreno y el laboratorio; en efecto, el primero sugiere los factores e hipótesis que el segundo se encarga de refinar y de verificar o invalidad; y el progreso posterior al terreno permite una extensión de las teorías precedentes, pues conduce a la elaboración de nuevos planes experimentales.


2- LA CORRIENTE INTERACCIONISTA


Diversos investigadores que adoptan inicialmente una actitud empirista y descriptiva, y que extraen sus conceptos e hipótesis por una especia de tanteo progresivo.
Bales, quiere basar la investigación en una observación sistemática de los datos inmediatos, es decir de los procesos de interacción entre los individuos, sin tomar nada a priori de la jerga físico-matemática; él mismo definió con claridad en que aspectos difiere su actitud metodológica de la de los Lewinianos:
Esta estrategia supone ante todo la construcción de hipótesis teóricas generales; luego, la formulación de definiciones operacionales para cada una de las variables englobadas por la hipótesis.
Si los resultados de la experiencia de validación son positivos, habrá tendencia a suponer a la vez que las definiciones operacionales son satisfactorias y que las hipótesis han quedado verificadas. Por lo contrario, si los resultados son negativos, no se sabrá si las definiciones fueron mal elegidas o si las hipótesis carecen de fundamento.
En esta estrategia el esquema teórico es protegido excesivamente. Hay muy pocas posibilidades de que los datospuedan corregir y mejorar las hipótesis básicas.
El remedio que propone Bales consiste en un regreso a los métodos de registro continuo y sistemático de los procesos naturales que se desarrollan en los grupos.
Parecería que su perspectiva es bastante limitada; las situaciones colectivas que encara son casi exclusivamente discusiones, su marco de análisis es un sistema de categorías de origen inductivo, es cierto, pero rígido.


3- LA CORRIENTE PSICOANALITICA.


A menudo se opone a la tendencia clínica a la tendencia experimental y se subraya que la primera se atiene a las situaciones vividas, que analiza en términos de psicología individual (motivaciones, ansiedad, defensas, decisiones, etc.), en tanto que la segunda trabaja con situaciones construidas, artificiales, con la ayuda de conceptos tomados de las ciencias físicas (equilibrios de fuerzas, redes, valencias, etc.). se encuentran varias analogías “fisicalistas” en el lenguaje del propio Freud, pero sobre todo ciertos términos y procesos parecen ser comunes y trasespecíficos, en especial los de tensiones, resistencia, conflicto, cuyo enlace es tanto individual como colectivo, psicológico como sociológico.
La oposición real solo subsiste en la medida en que ciertos investigadores tienden a reducir el mecanismo de los grupos a los modelos freudianos de la familia y a rechazar toda la interpretación en términos ajenos al sistema de la personalidad e incluso a negar la influencia de las normas específicamente colectivas sobre las conductas.
En rigor, ese es uno de los puntos más claves de la dinámica de los grupos; las acciones y las percepciones de los miembros son solo los elementos de una estructura compleja, no reductible a esos elementos.
Los principales representantes de la corriente psicoanalítica son sin duda los clínicos ingleses dedicados a la terapia del grupo (Bion), a la formación (Balint) o a la intervención de grupo (Bion).
Rogers, aunque se separa expresamente del psicoanálisis y en lo esencial se ha dedicado a la terapia individual, sus aportes originales tienen prolongaciones en la psicología de los grupos. La “comprensión empática” ejerció una influencia muy grande en el dominio de la formación, a la vez como precaución de apertura hacia los demás y como medio de facilitar ciertas evoluciones.


4- CONCEPTOS FUNDAMENTALES


La dinámica de los grupos tomada en su sentido amplio se interesa por el conjunto de las componentes y de los procesos que aparecen en la vida de los grupos, mas en particular en los grupos “frente a frente”, aquellos cuyos miembros existen psicológicamente los unos para los otros y se encuentran en situación de interdependencia y de interacción potencial.
Aparte de las dimensiones y para atenernos a los grupos frente a frente, se pueden considerar cuatro criterios fundamentales, la relación con la organización social, con las normas admitidas, con las metas colectivas, y con el proyecto científico.


1) como lugar y foco de interacción, el grupo puede depender en forma directa de la organización social o provenir de la conjunción de una serie de proyectos particulares. En el primer caso se hablara de grupos institucionales; en el segundo de grupos espontáneos.


2) las reglas seguidas implícita o expresamente por los miembros pueden ser preexistentes al grupo o surgir en forma progresiva de las interacciones, según el caso se hablara de grupo formal o de grupo informal.


3) el grupo puede ser considerado por sus miembros más bien como un fin, o ante todo como un medio. Cuando se trata en esencia de “estar juntos”, los miembros están “centrados en el grupo”, y predominan los factores afectivos; se puede hablar de un grupo de base. Cuando se trata de realizar una acción, una prueba, o de adoptar una decisión, los miembros están “centrados en la tarea”; predominan los factores operativos y se puede hablar de un grupo de trabajo.


4) el caso más corriente, la existencia del grupo puede muy bien ser independiente del proyecto científico, o pueden estar reunidos en el marco y con el objetivo de una experiencia. Así, a los grupos naturales se oponen losgrupos de laboratorio, a los cuales sin embargo es discutible caracterizar como puramente artificiales.


Estas distinciones no pueden ser radicales y no implican contradicciones.
El estudio de los pequeños grupos, que en cierto modo se sitúa en el gozne de lo psicológico y lo sociológico, ofrece un doble recurso. Por una parte permite describir y analizar en vivo los procesos dinámicos de la interacción social. Por la otra, proporciona un conjunto de hipótesis y de interpretaciones de carácter más general, susceptibles de ser confrontadas luego en la escala de colectividades más amplias.