Material de estudio para estudiantes de Psicología y carreras relacionadas.
Aberastury, A. - La entrevista inicial con los padres
El hijo no ha de estar presente, pero si informado de la entrevista. Cualquier presencia-ausencia es reveladora del funcionamiento del grupo familiar en relación al hijo. Se cuidara de no mostrar preferencias hacia ningún padre.
Para formar un juicio aproximado sobre las relaciones del grupo fliar y la pareja, nos apoyaremos en la impresión que tengamos al reconsiderar todos los datos consignados en la entrevista. Esta no ha de parecer un interrogatorio-enjuiciamiento.
Hay que tender a aliviar la angustia y la culpa que la enfermedad o conflicto del hijo despiertan. Para eso ha de asumirse desde un 1º momento el papel de terapeutas del hijo y hacernos cargo del problema o síntoma.
Los datos que dan los padres suelen ser inexactos, deformados o superficiales, pues no suelen tener conocimiento cabal de la situación y durante la entrevista olvidan parte de lo sabido a causa de la angustia que ésta provoca.
Sería inconveniente finalizar la entrevista sin haber logrado datos básicos como:
a) Motivo de consulta
El escollo más difícil para los padres es hablar de lo que no anda bien en y con el hijo. La resistencia a hacerlo no es conciente (ésta se supero al asistir a la entrevista).
La comparación de los datos obtenidos durante el análisis del niño con los suministrados por los padres en la entrevista inicial, es de suma importancia para valorar en profundidad las relaciones con el hijo.
b) Historia del niño
Interesa saber la respuesta emocional, en especial de la madre, ante el anuncio del embarazo. También como evolucionaron sus sentimientos.
La respuesta que brinda la madre indica la iniciación de la vida del hijo.
Se incluyen aquí cuestiones sobre el parto y lactancia, como aceptó el cambio de leche a alimentos (sabremos mucho así sobre le niño, la madre y las posibilidades de ambos para desprenderse de los viejos objetos), fecha de destete y condiciones, iniciación de la marcha y el lenguaje, dentición, control de esfínteres (el terapeuta debe preguntar edad en que empezó el aprendizaje, la forma en que se realizó y la actitud de la madre frente a la limpieza y suciedad), enfermedades operaciones o traumas, sexualidad, juegos predilectos , ingreso a la escuela (y dificultades en esta), etc.
c) Se debe observar como se desarrolla un día de su vida diaria, domingo o feriado y cumpleaños. Esto nos Ilustran el tipo y grado de neurosis familiar, lo que permite estimar mejor la del niño y orientarnos en el diagnostico y pronóstico del caso.
d) Se debe averiguar como es la relación de los padres, tanto entre ellos, como con sus hijos y con el medio familiar inmediato.
Es necesario que la entrevista sea dirigida y limitada de acuerdo a un plan previo, pues los padres tienen la tendencia a escapar del tema mediante confidencias sobre ellos mismos.
Llegando al final de la entrevista se sienten menos inclinados a hacer confidencias acerca de si mismos y en cambio más inclinados a darnos una idea de su relación afectiva con el niño y lo que éste significa para ellos.
Nuestra actitud no debe ser nunca de censura y conviene siempre recordar que la finalidad de esta entrevista es lograr alivio de las tensiones de los padres y que somos desde el primer momento los terapeutas del niño y no los censores de los padres. Estamos allí para comprender y mejorar la situación, no para censurarla y agravarla aumentando la culpabilidad.
Una vez terminada la entrevista, si los padres han decidido hacer solo un diagnostico, se les comunicará día, hora y duración de la entrevista del niño. Si en cambio aceptan un tratamiento de le darán las indicaciones generales en las que este se llevará a cabo.
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