Define la psicosis infantil autística como una detención o regresión a la fase autista normal, por lo tanto se trata de niños que están en un estado mental prácticamente vegetativo, ya que la función principal de esta fase es la de mantener (con mecanismos predominantemente fisiológicos) el equilibrio homeostático del organismo en las cambiadas condiciones posteriores al parto.
En cuanto a la etiología, si bien le otorga importancia a la interacción madre-bebé, a la necesidad de un ambiente previsible normal, se inclina con considerarla de causas innatas; es esta su postura en relación a todas las psicosis.
Es muy difícil determinar si en tal o cual caso de psicosis infantil temprana la grave perturbación fue causada por la patología y la falta de empatía de la madre o por una gran desviación innata del yo del niño.
Es un hecho comprobado que muchas madres de niños esquizofrénicos les brindan un genuino amor, los aceptan de buen grado y no parecen ser excepcionalmente posesivas, infantilizantes o restrictivas.
La naturaleza humana asegura una mutualidad entre el hijo y su madre. La traumatización y la crónica privación emocional imputables al ambiente parecen dañar a un bebé constitucionalmente sano solo si ese bebé es muy pequeño.
A partir del cuarto, el quinto o el sexto mes el bebé constitucionalmente sano fuerza automáticamente la empatía del adulto. Los gestos del pequeño con los cuales busca establecer contacto apelan al anhelo más esencialmente biológico de la mujer. De ahí que la madre dé inmediatamente gratificación emocional, así como alimento, a menos que su psicopatología la haya hecho incapaz de responder a las demandas del pequeño.
Parece que ese daño fundamental infligido al yo que se resuelve en psicosis infantil se produce en niños que tienen una Anlage hereditaria o constitucional o en niños en quienes predomina algún factor intrínseco (la bastardilla es mía). La descripción de este paciente es la del autismo infantil temprano.
Los puntos relevantes de este relato:
- La descripción del cuadro se ajusta a la de los analistas que continuaron el estudio del autismo.
- Hace referencia a la intencionalidad de los síntomas del paciente y la presencia de deseos, lo que hace del autista un ser con aparato psíquico y conflictos que determinan el uso de mecanismos defensivos. · Por lo tanto, lo incluye dentro de las psicosis.
- La intensidad del sadismo, el sentimiento de agresividad y deseos destructivos contra el objeto, que lo convierten en temible.
- La realidad de la falta de amor de la madre y del medio, y los efectos deletéreos que provocan en el niño.
Mahler individualiza dos tipos de psicosis infantiles que implican una fijación a las fases que preceden al proceso de separación – individuación:
- Una Psicosis autística primaria que aparece en los niños que no evolucionan más allá de la primera fase.
- Una Psicosis simbiótica que aparece en el niño cuando éste hace una fijación en esta fase siendo incapaz de iniciar el proceso de separación. Estos niños son particularmente sensibles a las frustraciones y su contacto con la realidad es precario.
La depresión psicótica: sucede cuando un niño que realizó un adecuado investimiento materno, atravesando la fase simbiótica y la subfase de diferenciación, sumergido en la fase de prácticas, se ve enfrentado a la pérdida del objeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario