Las concepciones y prácticas en salud
Todo conglomerado humano poseedor de una trama cultural alberga en dicha trama un saber y práctica médica autogenerados o, de lo contrario, tomados de otra cultura.
Cada una de las medicinas conocidas (incluida la medicina científica más actual, la europea) implica una propuesta de “estilo de vida”, como así también se apoya en una determinada concepción del hombre y de la sociedad.
Visión histórica del saber médico europeo
Debe esperarse al final de la edad Media y el comienzo del Renacimiento para ver surgir en la medicina europea las concepciones que se apartan de las explicaciones sobrenaturales para indagar en el campo de lo inherente al hombre en su devenir terrenal y en tanto en su condición de integrante de la naturaleza. Se consolida así un pensamiento clínico, el cual constituye así una medicina individual-reduccionista.
No obstante desde fines del siglo XVIII y hasta mediados del siglo XIX se produce en el pensamiento médico científico europeo una revolución que acompaña el desarrollo de las revoluciones liberal-burguesas e industrial. Dicha revolución implicó una expansión del pensamiento médico a partir de la comprensión de la multicausalidad de la enfermedad, dándole preponderancia a los factores socioculturales y económico-poético por sobre lo biológico. Se constituye así la medicina social.
Las dos líneas de conceptualización y búsqueda de solución a los problemas que plantea la salud, surgidas en la Europa renacentista y moderna, las cuales constituyen dos alternativas coexistentes en el campo médico-científico actual, pueden ser consideradas como alternativas complementarias o, por el contrario, excluyentes.
Modelo clínico
Contexto teórico:
1-Marco teórico biológico y/o psicológico.
2-Reduccionismo científico privilegia la ciencia clásica
3-Hipótesis etipatogénicas, apoyadas en el marco teórico de la clínica.
Estrategias terapéuticas que solo comprenden dimensiones de la tríada ecológica: el agente y el huésped, excluyendo la consideración y el manejo de la tercer dimensión: el ambiente.
4-La formación profesional se sustenta en la búsqueda del máximo operante, junto a la consideración de los problemas de salud en su globalidad y como entidades abstractas desconectadas de la realidad contextual.
Contexto operativo:
5-Orientado hacia la enfermedad, tratada como entidad abstracta.
6-Orientado hacia la prevención secundaria de la enfermedad, substrayéndola del sistema social.
Contexto valorativo:
7-Centrado en el profesional, su marco teórico-científico y su tecnología académicamente legitimada.
Contexto actitudinal:
8-La posición del efector es autocrática, la verdad está del lado de la teoría médica o psicopatológica y en la vinculación que el profesional establece entre los signos que percibe y dicha teoría. El efector prescinde del contexto social.
9-El efector se orienta hacia la rehabilitación, lo que implica el desarrollo de actitudes de reparación.
A este tipo de actitudes está asociado el efecto iatrogénico.
Modelo sanitarista
Contexto teórico:
1-El sistema conceptual es social. “La medicina es una ciencia social”.
2-Concepción de cada ser humano como una entidad bio-psico-socio-cultural-económico-político. Sistemas conceptuales y orientadores de la naturaleza transdisciplinaria.
3-Hipótesis etiológico-integral, sintetiza información biológica, psicológica, ecológica y social. Las estrategias terapéuticas toman en cuenta las tres dimensiones de la triada ecológica, integrándolas en una dinámica sistemática.
4-Se apoya en la determinación de mínimos operantes para el objetivo de salud, los cuales prevendrán de descomponer los problemas de salud en objetivos parciales, cuya obtención irá integrando la solución del problema global.
Contexto operativo:
5-Hacia la salud y la prevención primaria de la enfermedad, tomándola en cuanto a su dimensión y naturaleza sociales.
6-Orientando hacia la protección y promoción de la salud entendiéndola como un emergente de la dinámica y el equilibrio ecológico humano.
Contexto valorativo:
7-Centrado en la sociedad, sus problemas y dicha solución es incorporada al ámbito académico para reformular teorías y técnicas.
Contexto actitudinal:
8-La posición del efector es relativista, cultural. Tanto los marcos referenciales del efector como los del demandante de prestación tiene valor teórico práctico en relación al contexto cultural. El efector opera en el contexto social, integrándose a él y generando la participación en la solución de los problemas de salud.
9-La orientación del efector es hacia la habilitación o potenciación de lo positivo existente, lo que implica generar actitudes de protección y fomento que sólo puede ponerse en acto frente a los sanos.
La segunda alternativa implica una expansión en el poder explicativo y en la capacidad resolutiva de los problemas pertinentes, dado que incluye los logros de la medicina individual-reduccionista resignificándolos al integrarlos en contextos más amplios, las dos grandes dimensiones de lo económico/político y lo psico/sociocultural. El modelo sanitarista no ha desplazado al modelo clínico.
Relaciones entre calidad de vida y salud
Los conceptos de “estilo de vida” y “calidad de vida” son parte integrante de las concepciones en salud. No obstante, ambos conceptos, son cargados de significaciones, metas y comportamientos totalmente diferentes según sea la orientación, desde la cual sean analizados los fenómenos.
El espectro se extiende desde las opiniones que sinonimian “calidad de vida” con “nivel de vida”, hasta aquellas en que se implica en el contexto de calidad la autorealización plena del individuo en tanto ser social.
Esta última posición frente a la salud sólo es concebible desde una perspectiva ambientalista que privilegia los fenómenos psico-socio-culturales y económicos-políticos como único espacio y fuente de autorealización.
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