Criterios de Salud mental y
enfermedad
La salud mental como proceso y como representación social es una construcción social. La concepción de la salud está en obra, en el sentido de construcción de desarrollo o deterioro y daño, en las distintas prácticas sociales. La salud mental es una hacer y deshacer con escenario en la vida cotidiana.
La salud mental como proceso y como representación social es una construcción social. La concepción de la salud está en obra, en el sentido de construcción de desarrollo o deterioro y daño, en las distintas prácticas sociales. La salud mental es una hacer y deshacer con escenario en la vida cotidiana.
Aquí referimos a salud como
conjunto de procesos, como relación del sujeto consigo mismo y con el mundo.
Las representaciones sociales
intentan dar cuenta de esa base material, de hechos y procesos operando a la
vez sobre ellos. Hay una relación de determinación reciproca.
Existen distintos concepciones de
salud mental. Hay formas de interpretar la subjetividad y evaluar las conductas
de los sujetos. Los criterios hegemónicos tienen alta eficacia en la
constitución de la subjetividad, en lo que hace a la identidad, a la pertenencia
social, familiar y grupal, y a la autoestima.
Los criterios de salud y el
proceso de conocimiento
Los
criterios de salud y enfermedades presentes y operantes son elaboraciones
colectivas, con sustento en relaciones sociales fundantes. Sus condiciones de
producción no son solo la de avance científico en distintos tipos de
conocimiento. En tanto, representaciones sociales, tienen condiciones de
producción económicas, históricas y políticas. Se elaboran desde una concepción
del hombre y desde un proyecto social. Por eso implican valores y normativas
acerca de la subjetividad.
Un sistema de representaciones
sociales, que interpreta y tiende a esclarecer o legitimar las condiciones
concretas de existencia de los seres humanos en un tiempo histórico y en un
orden social dado, no es per se fuente de distorsión o desconocimiento. Por el
contrario, como producción simbólica subyace e interpenetra a las distintas
elaboraciones teóricas en cada campo particular de indagación.
La ideología dominante incurre en
esa distorsión a través de mecanismo como la universalización de lo particular,
la eternalizacion de lo histórico, considerar como propio del orden natural lo
que se origina en un sistema social.
La relación ideológica y el
conocimiento se debe analizar teniendo en cuenta:
1) la concepción del mundo,
del hombre y de la historia
2) base social objetiva, intereses que esa
concepción expresa
3) conocimiento objetivo.
Los criterios de salud desde la
psicología social pichoniana
P.
Riviere identifica la salud mental con la adaptación activa a la realidad, lo
que implica relación con el mundo en términos de aprendizaje, transformación
reciproca en función de necesidades.
La adaptación activa se eligió en
la polémica con la concepción hegemónica y su función de instrumento de control
social que plantea una adaptación pasiva, que no implica transformación del
sujeto y resolución de conflictos.
Texto extraído del libro "Crisis, Procesos Sociales y Gruipos, Sujetos y Grupos"
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