Foucault, M. - Defender la sociedad



El derecho de vida y muerte, era uno de los atributos fundamentales de la teoría clásica de la soberanía. En las confrontaciones de poder, el sujeto es neutro, no es sujeto de derecho ni vivo ni muerto. La vida y la muerte de los sujetos se vuelven derechos sólo por efecto de la voluntad soberana. Esta es la paradoja teórica, a la que hay que agregar un desequilibrio práctico: este derecho se ejerce de una manera desequilibrada, siempre del lado de la muerte, el efecto del poder soberano sobre la vida solo se ejerce a partir del momento en que el soberano puede matar.
Una de las transformaciones mas masivas del derecho político del siglo 19 consistió no exactamente en sustituir pero si en completar ese viejo derecho de soberanía que consiste en hacer morir o dejar vivir, con un nuevo derecho que no borraría el primero pero lo penetraría, lo atravesaría y modificaría y sería un derecho, o mejor, un poder exactamente inverso, poder de hacer vivir o dejar morir. Esta transformación no se produjo de una vez, se puede ver que ya los juristas del siglo 18 planteaban cuestiones respecto al derecho de vida y muerte, el tema era: si los individuos se reúnen para constituir un soberano lo hacen para poder vivir, y entonces la vida ¿no debería estar al margen de este contrato en la medida que es el motivo de este la protección de esta.
Pero aquí lo importante es seguir la transformación no en el nivel de la  política sino el de los mecanismos de poder.

En los siglos 17 y 18 se constata la aparición de técnicas de poder que se centran en el cuerpo individual. Todos esos procedimientos mediante los cuales se aseguraba la distribución espacial de los cuerpos individuales y la organización a su alrededor de un campo de visibilidad, se trataba también de las técnicas por las cuales esos cuerpos quedaban bajo supervisión, y se intentaba incrementar su fuerza útil mediante el adiestramiento. Asimismo las técnicas de racionalización y economía estricta del poder, que debía ejercerse de la manera menos costosa posible, a través de todo un sistema de vigilancia, jerarquías, inspecciones. En fin toda la tecnología que podemos llamar tecnología disciplinaria del trabajo, que se introduce desde fines del siglo 17 y durante el siglo 18.

Ahora bien, durante la segunda mitad del siglo 18 se ve aparecer algo nuevo, que es otra tecnología del poder, no disciplinaria, que no excluye la primera, la integra y la modifica. Esta tecnología del poder esta destinada a la multiplicidad de hombres, en cuanto una masa global afectada por procesos de conjunto que son propios de la vida como el nacimiento, la muerte, la enfermedad, etc.
Luego de la anatomopolítica del cuerpo humano introducida durante el siglo 18, vemos aparecer al final de este, algo que se podría llamar entonces biopolítica.
Los procesos de natalidad, mortalidad, y longevidad constituyeron en la segunda mitad del siglo 18 los primeros objetos de saber y los primeros blancos de control de esta biopolítica. Por otra parte se toma en cuenta la enfermedad no ya como muerte que se bate sobre la vida brutalmente-epidemia- sino como la muerte permanente que se desliza en la vida, de las endemias ( enfermedades que predominan en una población, difíciles de eliminar) es decir la forma, naturaleza, extensión e intensidad reinantes en una población.

La biopolítica hacia fines del siglo 18 va a extraer su saber y definir el campo de intervención en la natalidad, mortalidad, morbilidad, y además las diversas incapacidades biológicas (vejez y otros) y los efectos del medio.
En todo eso, hay una serie de cosas que son importantes. La primera, sería la aparición de un elemento nuevo, es la idea de población.
En segundo lugar, la naturaleza de los fenómenos que se toman en cuenta, son fenómenos colectivos que solo se manifiestan en sus efectos económicos y políticos, y se vuelven pertinentes en el nivel mismo de las masas, fenómenos aleatorios e imprevisibles si se los toma en si mismos , pero que en el nivel colectivo exhiben constantes que es posible establecer, son por último fenómenos que deben considerarse en el tiempo, que se producen en una población tomada en su duración.
A partir de ahí, tercer aspecto importante, va a introducir mecanismos que tienen una serie de funciones muy diferentes de las correspondientes a la disciplina, establecer mecanismos reguladores, que puedan fijar un equilibrio, es la instalación de mecanismos de seguridad alrededor de ese carácter aleatorio además de la previsión
La soberanía hacía morir y dejaba vivir y resulta ahora que aparece un poder que se podría llamar de regularización y que consiste al contrario en hacer vivir y dejar morir. 
La manifestación de ese poder aparece concretamente en la descalificación progresiva de la muerte, en el ocultamiento de esta, lo que antaño (y hasta fines del siglo 18) daba su brillo a la muerte, era el hecho de que fuera la manifestación del tránsito de un poder a otro, ahora bien la muerte en la nueva tecnología de poder es evidentemente el término, el límite extremo del poder, el influjo del poder no se ejerce sobre la muerte sino sobre la mortalidad, el poder ya no conoce la muerte, en sentido estricto la abandona.

Podríamos decir que todo sucedió como si el poder, que tenía la soberanía como modalidad y esquema organizativo, se hubiera demostrado inoperante para regir el cuerpo económico y político de una sociedad en vías de explosión, demográfica e industrialización a la vez. De manera que muchas cosas escapaban a la vieja mecánica del poder, por arriba y pro abajo tanto en el nivel del detalle como en el de la masa. Para recuperar el detalle se produjo una primera adaptación : adaptación de los mecanismos del poder al cuerpo individual con vigilancia y adiestramiento, eso fue la disciplina, se trato de la adaptación mas cómoda de realizar, por eso fue la primera en realizarse, en el siglo 17 y principios del 18. Y a continuación, tenemos una segunda adaptación, afines del siglo 18, a los fenómenos globales, los fenómenos de población, con los procesos biológicos de las masas humanas, adaptación mucho mas difícil porque implicaba complejos órganos de coordinación y centralización.
Por otra parte estos mecanismos no son del mismo nivel, lo cual les permite no excluirse, y poder articularse el uno sobre el otro. Un ej de esta articulación  se pone en juego en el eje, sexualidad, esta se convirtió en un campo de vital importancia estratégica, porque esta exactamente en la encrucijada del cuerpo y la población, y compete por tanto a la disciplina pero también a la regularización. Como ejemplo de esto tenemos el caso de un niño que se masturba demasiado, según esta concepción estará enfermo toda su vida, sanción disciplinaria a nivel del cuerpo. Pero al mismo tiempo una sexualidad desenfrenada, pervertida, etc, tiene efectos en el plano de población (gracias a la teoría de la degeneración según la cual la herencia será también perturbada, hasta la séptima)  

La medicina es un saber / poder que se aplica, a la vez sobre el cuerpo y sobre la población. De una manera mas general puede decirse que el elemento que va de lo disciplinario a lo regularizador, que va a aplicarse del mismo modo al cuerpo y a la población es la norma. 
Estamos ante un poder que se hizo cargo de la vida en general, con el polo del cuerpo y el polo de la población, un biopoder.

La incógnita que se plantea es ¿ cómo va a ejercer el derecho de matar y la función del asesinato el biopoder, si es cierto que el poder la soberanía retrocede cada vez mas, y que avanza el biopoder?. En este punto para Foucault interviene el racismo: fue el surgimiento del biopoder el que inscribió el racismo en los mecanismos de estado.
La aparición de rasas, su distinción jerarquía, todo esto será una manera de fragmentar, que permitirá establecer ente la vida y la muerte del otro, una relación que ya no es militar y guerrera, de enfrentamiento sino de tipo biológico: cuanto mas tiendan a desaparecer las especies inferiores, mayor cantidad de individuos anormales, e inferiores serán eliminados, menos degenerados habrá con respecto a la especie y la especie será mas fuerte entonces. La muerte de otro, es lo que va a hacer en gral que la vida sea mas sana y mas pura.
En otras palabras, el imperativo de muerte solo es admisible en el sistema del biopoder si no tiende a la victoria sobre los adversarios políticos sino a la eliminación del peligro biológico y ligado a tal eliminación el fortalecimiento de la raza, la raza el racismo son la condición que hace posible dar muerte en una sociedad de normalización y biopoder.

Con estas pautas puede comprenderse vs cosas, en primer lugar el vínculo que se anudo rápidamente entre la teoría biológica del siglo 19 y el discurso del poder, en el fondo, el evolucionismo entendido como jerarquía de las especies en el árbol de la evolución, lucha ente las especies, y selección que elimina a los menos adaptados, se convirtió con toda naturalidad, no simplemente en una manera de transcribir en términos biológicos el discurso político, no una manera de camuflar con ropaje científico algo político sino una manera de pensar las relaciones de colonización, la necesidad de guerras, la criminalidad, los fenómenos de la locura, la enfermedad mental, etc, cada vez que hubo enfrentamiento, crimen, lucha, muerte, existió la necesidad y obligación de pensarlos en la forma del evolucionismo.
Puede decirse que si la criminalidad, se pensó en términos del racismo fue a partir del momento en que un mecanismo de biopoder, se planteo la necesidad de dar muerte, o apartar un criminal, lo mismo para la locura, y las diversas anomalías.

En estas condiciones se puede comprender cómo y porqué los estados mas asesinos son al mismo tiempo y forzosamente los mas racistas, se trata de que el estado para ejercer el poder soberano se ve obligado a servirse de la raza, de la eliminación de las razas dentro de la tecnología del biopoder. Aquí desde luego el nazismo muestra el ejemplo de un desarrollo paroxístico de los nuevos mecanismos de poder, desde luego no hay estado mas disciplinario q el nazi como tampoco estado en que las regulaciones biológicas vuelvan a tomarse en cuenta de manera mas insistente. Pero al mismo tiempo que existía esa sociedad universalmente reguladora y disciplinaria a través de ella se producía el desencadenamiento mas mortal del poder de dar muerte, que se manifiesta en principio porque generaliza este poder a todo el cuerpo social. Por tanto el objetivo del nazismo no es solo la destrucción de otras razas, sino en exponer su propia raza,
El nazismo se puede ver, lleva al extremo el juego entre el derecho soberano de matar y los mecanismos de biopoder, pero ese juego esta inscripto en todos los estados, no solo capitalistas sino también socialistas, ya que incluso el socialismo fue desde su inicio en el siglo 19 un racismo, y de hecho es entendible ya que retomó sin cambios la idea de que el estado o lo que debe sustituirlo tiene la función esencial de hacer se cargo de la vida, con las consecuencias que eso tiene cuando debe ejercer el derecho de matar, apartar o descalificar, podemos comprobar que el racismo biológico funciona a pleno en los estados socialistas, el cual no funcionó como principio de explicación de los cambios económicos, en lo inmediato, en cambio se vio obligado al racismo cuando se vio obligado a insistir en el tema de la lucha, contra el enemigo la eliminación del adversario dentro mismo de la soc capitalista, cuando se pensó el enfrentamiento físico con el adversario de clase de la soc capitalista. 

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