Azcoaga, J. - Autismo y psicosis infantil


   Azcoaga habla de Psicosis infantiles refiriendo a todos los cuadros mentales capaces de perturbar intensamente las actividades psíquicas, provocando una ruptura o desvinculación del niño con su medio, una interrupción o deformación de las relaciones sujeto-ambiente, un estado de incomunicación motivada por la imposibilidad del niño de manejar el pensamiento lógico, de elaborar asociaciones y de utilizar el lenguaje como vehículo de comunicación e integración social.
   Para él, si la agresión psicótica ocurre en los tres primeros años de vida (antes del comienzo de la organización del lenguaje y el pensamiento) tiene lugar allí un retraso madurativo y una insuficiencia intelectual similar al déficit oligofrénico. Por el contrario, si la aparición es más tardía (una vez estructurado el lenguaje exterior e interior) el lenguaje se transforma en una fuente de información del proceso patológico y posibilita el aprendizaje y la psicoterapia.
   Se observa un polimorfismo de sus síntomas y cambio en la evolución del cuadro a través del tiempo.

Características clínicas:
   Hay una quiebra de la ligazón de las relaciones personales dentro del contexto socio-familiar que perturba el comportamiento y la convivencia. Se halla fraccionado el funcionamiento de las funciones mentales (percepción, inteligencia, pensamiento y lenguaje).
   Este autor no diferencia conceptualmente a la psicosis del autismo, por el contrario clasifica dentro de la psicosis al estado de autismo como una actitud distante e introvertida, a partir de la cual se interesa más por los objetos inanimados que por los contactos interpersonales, por lo que el pensamiento se expresa sin referencias a la realidad social y su lenguaje se hace incomprensible.
   Síntomas primarios: trastornos en las relaciones con el ambiente, alteraciones del curso del pensamiento y del lenguaje, contenidos delirantes y trastorno de la actividad psicomotora. A partir de estas manifestaciones el cuadro clínico se irá organizando secundariamente, según factores personales.

Estados prepsicóticos:
   Implica un tipo de personalidad u organización de la conducta de manera peculiar, que puede desembocar en psicosis, o en otras formas patológicas, o bien persistir sin modificaciones o evolucionar favorablemente. Es el caso de los “fronterizos”. Se observa un desarrollo defectuoso y fragmentario del yo, fragilidad en lsa relaciones con la realidad, contactos pobres y egoístas con los demás, ligeros trastornos del pensamiento y el lenguaje, labilidad de la neurodinámica cortical, imagen corporal deficiente, discordancias entre las capacidades y los rendimientos escolares y psicométricos y frecuencia de impulsos primitivos en la conducta. De todas formas, el niño con esta estructura conserva el control de la función de la realidad, a diferencia del psicótico.

Lenguaje del niño psicótico:
   La disrupción de las relaciones personales y el desfasaje con la realidad necesariamente afectan al lenguaje, que pierde su función social de comunicación y deja de ser vehículo eficaz del pensamiento y el aprendizaje. Se altera el contenido del lenguaje en su estructura sintáctica y semántica.
   Su discurso se torna incomprensible, elabora un lenguaje en base a sus propias reglas, inventa palabras (neologismos) o las usa con otro significado, produce frases deshilvanadas, con incongruencias verbales llamadas esquizofasia, logorrea inconsistente, ecolalia, perseveración, omisiones, y dislalias. Mutismo autístico producto de el aislamiento (conducta autística). En algunos casos se da una pobreza general del lenguaje, similar al retraso intelectual.
   Cuando el comienzo psicótico es precoz, antes de completarse la primera etapa lingüística, la alteración del lenguaje es global y se manifiesta por un habla pobre y estereotipada, como un verdadero retraso alálico. En las formas más tardías, el lenguaje muestra un vocabulario más o menos rico con buena sintaxis, pero en el que el contenido se refiere a una producción imaginativa que confunden con la realidad.
   El niño psicótico utiliza el lenguaje como objeto pasible de manipulación.

Evolución de las psicosis infantiles:
   Alrededor de un 80% de los casos continúan siendo psicóticos más allá de la infancia, un 15% muestra una mejoría discreta con posible adaptación social, y sólo un 5% evoluciona hacia la curación.
   Las variaciones se dan según la edad, interrupción o regresión en el desarrollo psicoevolutivo, con tendencia a la cronicidad.

Resumen Facultad de Psicologia UNR


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