Las
claves de la evolución son la variación y la semejanza. Las diferencias
estructurales (variación) dan lugar a variaciones históricas en los linajes y
la semejanza permite la continuidad del linaje histórico.
Los
cambio que resultan en el ser vivo de su interacción con el medio están desencadenados
por una perturbación del medio en el agente pero determinados por la
estructura del agente. Lo mismo pasa con el medio respecto del agente. Y en
general todo lo que percibimos como una unidad (todo con lo que interactuamos
como agentes) presenta una determinación estructural.
La
especificidad de lo vivo es que "su
determinación y acoplamiento estructural se realiza en el marco de la continua
conservación de la autopoiesis que los define,
Cuando
las interacciones del organismo con el medio den lugar a perturbaciones no
destructivas diremos que el organismo se adapta al medio y es consecuencia del
acoplamiento estructural mutuo. Así "la
ontogenia de un individuo es una deriva de cambio estructural con invarianza de
organización y, por lo tanto, con conservación de adaptación.
La evolución es una deriva natural producto de la
invariancia de la autopoiesis y de la adaptación. Evolución es una deriva estructural bajo [conservación
de la adaptación (acoplamiento estructural estable) mas la conservación de la
autopoiesis]. No hay supervivencia del más apto sino vivencia del apto (ni más
ni menos), sin optimización gradual (o hay acoplamiento estructural y
mantenimiento de la autopoiesis o no la hay).
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