Crisis de Manía - Tratado de Psiquiatría (Henri Ey)


Extraído de "Tratado de Psiquiatría" (EY, H., BERNARD, P., BRISSET, Ch.)


La manía es un estado de hiperexcitación de las funciones psíquicas caracterizado por la exaltación del humor. La liberación desordenada y excesiva de la energía se manifiesta por igual en los dominios psíquicos, psicomotor y neurovegetativo.

El acceso maniaco
Aparición: Aparece entre los 20 y los 50 años en sujetos que presentan antecedentes similares en su familia.
Formas de comienzo: Su inicio puede estar caracterizado por una fase depresiva (fatiga, tristeza, desinterés por el trabajo, insomnio) o por un estado premonitorio de exaltación emocional. Otras veces el inicio es brutal: la crisis irrumpe de golpe, súbitamente. El enfermo se siente invadido por un sentimiento eufórico de bienestar, por una necesidad irresistible de actividad y movimiento. El insomnio es total.

Periodo de estado:
Presentación: El porte del paciente es extravagante y desalineado. Su cara esta animada, alegre o furiosa. Habla sin cesar. El contacto con este tipo de enfermo es bastante fácil. No cesa de estar en movimiento; la agitación puede alcanzar una intensidad extrema y llega al estado de furor maniaco. 
Excitación psíquica y fuga de ideas: Aceleración de todos los procesos psíquicos (asociaciones de ideas, sucesión de representaciones, memoria, etc). Existen algunos trastornos característicos como:
  • Aceleración de las representaciones mentales: Una representación, una palabra, una idea, tan pronto son evocados desaparecen del campo de la conciencia para ser reemplazados por otros. 
  • Asociación de ideas: Es rápida y superficial. Impotencia de la atención: Permanente distracción debida a la dispersión de la atención espontanea, que incapaz de escoger, reacciona a todos los estímulos exteriores. La atención voluntaria es prácticamente imposible, ya que el maniaco no puede detenerse ni reflexionar. 
  • Memoria: Los recuerdos son evocados en el curso de la crisis con gran lujo de detalles. La fijación de los recuerdos en el curso de la crisis es muy deficitaria.
  • Imaginación: Esta exaltada y debido a ello puede dar lugar a producciones imaginativas pseudodelirantes. 
  • Lenguaje: hablado y escrito es un flujo continuo de palabras, de frases rápidas (logorrea, graforrea). Refleja de manera evidente toda la organización del pensamiento maniaco: rapidez, falta de hilación entre las ideas, humor inestable. La fuga de ideas es el síntoma principal de esta excitación psíquica. La fuga de ideas no se reduce a un simple exceso de velocidad. Se trata en realidad de una exaltación del ser psíquico en su totalidad.
  • Exaltación del humor: el estado afectivo se caracteriza por la expansividad y la hipermimia. Estas se manifiestan en especial por la euforia y el optimismo. El maniaco se siente admirablemente bien, infatigable, dichoso de vivir.
  • Excitación psicomotriz y el juego: necesidad imperiosa de actividad. Va y viene, gesticula, cambia los muebles de lugar, estalla en carcajadas, aplaude, canta, baila. 
  • El rasgo dominante de esta actividad estéril es el juego: el maniaco representa escenas, improvisa escenarios, imita a personajes conocidos. La característica de este juego es el tomar sus elementos del mundo exterior. 
  • Síndrome somático: Por lo general el estado orgánico se halla trastornado. El acceso maniaco se acompaña de adelgazamiento. Los trastornos del sueño son muy importantes, la necesidad de dormir desaparece casi totalmente sin ocasionar fatiga. El hambre y la sed están aumentadas. El pulso esta acelerado, hay resistencia al frio y a la fatiga.

Evolución: La duración de un acceso maniaco varia entre algunas semanas y varios meses. Su terminación se realiza de forma brutal o progresiva.

Formas clínicas
  • Hipomanía: Estado de agitación. Forma benigna, menor. Está considerada cada vez más frecuente. La persona se encuentra jovial, euforia, con superabundancia de ideas y de actividad. El hipomaniaco está constantemente en actividad, siempre necesita hacer alguna cosa. Parece no experimentar cansancio. Un comportamiento así puede constituir un periodo de crisis, un acceso y entonces constituye una forma menor de manía aguda. Este es el caso de los pequeños ciclotimicosa.
  • Manía delirante y alucinatoria: desestructuración más profunda de la conciencia se observan “experiencias delirantes”, caracterizada por su movilidad, su carácter cambiante y su mínima organización.
  • Estados mixtos maniacos depresivos: En ocasiones, junto a los síntomas maniacos se mezclan síntomas de la serie melancólica. Es comprensible si se tiene en cuanta que manía y melancolía son los dos términos de una misma estructura conflictiva de la conciencia.

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