Saforcada, E. - Sanitarismo y clínica en salud mental


La definición de salud de la OMS que la caracteriza como “estado de completo bienestar físico, psíquico y social, y no sólo ausencia de enfermedad”. Saforcada amplía este concepto de salud del siguiente modo: “La situación de relativo bienestar físico, psíquico y social, dicha situación es producto de la integración permanente y recíprocamente transformadora entre el individuo (entidad bio-psico-socio-cultural) y su ambiente (entidad físico-químico-psicosociocultural y económico-política)”.

Otro aspecto a tener en cuenta en la relatividad al concepto de bienestar se refiere a su naturaleza subjetiva. Los términos antitéticos bienestar/malestar, salud/enfermedad implican tanto aspectos subjetivos como objetivos del mismo modo que una multiplicidad de ligazones. Debe tenerse en cuenta no sólo los indicadores del campo de la enfermedad.

Otro aspecto a tener en cuenta es que las conceptualizaciones, desarrollos y acciones en el campo de la salud-enfermedad deben evidenciar el reconocimiento de la dimensión ética inherente a dicho campo, dado que la salud forma parte de los aspectos básicos que acuñan el concepto de “derechos humanos”. Es así que la salud trasciende el campo de las responsabilidades individuales para constituirse en responsabilidades del conjunto de la sociedad.

Puede afirmarse que no existe ningún problema de salud mental que no sea además un problema de salud general, y viceversa, perdiéndose así los límites entre salud mental y salud no-mental.

Sanitarismo: es el conjunto de principios, teorías científicas y tecnológicas, tecnológicas y prácticas por medio de las cuales en forma planificada, el equipo (interdisciplinario) de Salud con la comunidad encaran la preservación y aumento de la salud y las acciones preventivas de la enfermedad actual y potencial y de sus secuelas.

Rol del psicólogo en el sanitarismo

La presencia del psicólogo en el campo de la salud no puede estar limitada a las prestaciones asistenciales individuales o en pequeños grupos.
El enfoque sanitarista amplia el horizonte del campo laboral de esta profesión al tomar en cuenta arreas que provocan aportes específicos desde distintas especialidades, marcos teóricos y tecnologías de la psicología.
Algunas de las alternativas posibles pueden ser:
  • la psicología institucional como respuesta a la problemática de la administración en salud .
  • la psicología social y la psicología educacional brindan los marcos teóricos y las tecnologías fundamentales para la educación en la salud.
  • la psicología social puede aportar enfoques y tecnologías, aún no tomadas en cuenta para la planificación en salud.
  • la presencia de psicólogos comunitarios en el nivel de acciones comunitarias.
  • en la formación de recursos humanos para la salud, en la constitución y funcionamiento de equipos y en la facilitación de la interacción del equipo de salud y la comunidad vuelve a surgir la necesidad de la presencia del psicólogo.
Si tomamos en cuenta la definición que da la OMS acerca del concepto de salud, podríamos considerar que ningún ser humano es sano, ya que ningún sujeto se encuentra en un completo bienestar físico-psico-social.
En cambio, al remitirnos al concepto de Saforcada, “relativo bienestar..” podríamos plantear incluso que la persona enferma diabética, en caso de estar bien controlada, se podría decir que este sujeto se encuentra en un estado de salud.

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