Pichón Riviere, E. - Transferencia y contratransferencia en la situación grupal

Laplanche y Pontalis, caracterizan la transferencia como el proceso por el cual dos deseos inconscientes se actualizan sobre ciertos objetos en el marco de un tipo de relación establecida con ellos y eminentemente en el encuadre de la relación analítica.
Lo que se denomina transferencia es para Freíd, en 1895, un fenómeno frecuente y regular que supone el compromiso de dos instancias temporales: pasado y presente. En el pasado implica el rechazo de un deseo. El rechazo se sitúa en el ámbito de una estructura vincular y es provocado por un sentimiento en relación con un objeto. Se produce, entonces, un estancamiento de aprendizaje, una inhibición en el proceso de apropiación de la realidad.
En el presente y en la relación con el terapeuta, en el aquí, ahora, conmigo, se despierta el mismo afecto que originalmente forzó al paciente a desterrar el deseo. Esta emergencia determina la apelación a técnicas defensivas como pueden serlo la proyección, el control omnipotente, la negación, etc.
Años mas tare Freud caracteriza la transferencia como nuevas ediciones de tendencias o fantasías que se despiertan y hacen conscientes en el curso del tratamiento analítico, pero que poseen una particularidad especifica: el reemplazo de la persona anterior (objeto) por la persona del medico.
La transferencia es un proceso de adjudicación de roles inscriptos en el mundo interno de cada sujeto. Los indicios de las distintas adjudicaciones deben ser decodificados, y en esa decodificación consiste la interpretación: es decir, la transformación de los implícito, de lo incc en Cc.
La transferencia debe ser entendida como la manifestación de sentimientos Incc que apuntan a la reproducción estereotipada de situaciones, característica de la adaptación pasiva. Esta reproducción esta al servicio de la resistencia al cambio, de la evitación de un reconocimiento doloroso, del control de las ansiedades básicas (miedo a la perdida, miedo al ataque)
Podemos inferir, la presencia de situaciones transferenciales en todo tipo de interacción que precisamente por ser interacción. Resulta una situación que implica aprendizaje de la realidad.
Cuando varias personas se reúnen en un grupo, cada miembro proyecta sus objetos de fantasías Incc sobre varios miembros del grupo, relacionándose con ellos según esas proyecciones, que se patentizan en el proceso de adjudicaciones y asunción de roles.
Nos encontramos, en el campo grupal, con transferencias múltiples. Las fantasías transferenciales emergen tanto en relación con los integrantes del grupo como en relación con la tarea y el contexto en el que se desarrolla la operación grupal.
Interpretar es iluminar el carácter transferencial que se manifiestan como conductas inadecuadas. Es confrontar dos tiempos.
Hablamos de la articulación de dos niveles en el grupo: lo vertical, relacionado con lo histórico, lo individual de cada sujeto que le permite la asunción de determinados roles adjudicados por los otros integrantes del grupo; lo horizontal es lo  compartido por el grupo, el común denominador que los unifica. Hemos llamado a estos modelos del grupo, o fantasías básicas universales.
Lo vertical de casa sujeto, sus circunstancias personales, lo colocan en disponibilidad para establecer la falsa conexión, actualización o analogía emocional, operándose un proceso transferencial. Esa disponibilidad lo convierte en el sujeto apto para desempeñarse como portavoz de un conflicto, que es vivido como propio pero que denuncia a la vez los conflictivo de la situaron interaccional y la relación con la tarea.
Por la técnica operativa pretendemos instrumentalizar la situación grupal.
La técnica del grupo operativo toma en  cuenta los procesos de interacción grupales función de la relación de los integrantes del grupo con a tarea.

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