Castoriadis, C. - Las Significaciones Imaginarias.




Los hombres no pueden existir más que en y por la sociedad. EL individuo humano no es social, es por una parte, el sustrato biológico: el hombre animal, y por otra parte más importante, la psique, un núcleo oscuro insoldable y a-social. Núcleo que es flujo perpetuo de representaciones que no obedecen a la lógica ordinaria, asiento de deseos ilimitados e irrealizables. Este núcleo debe ser puesto en razón por la imposición violenta de todo lo que pensamos como perteneciéndonos: un lenguaje, una lógica bien o mal organizada. Es violenta porque violenta las tendencias inmanentes, propias de la psique.
La psique es lo que esta en juego en el hecho de que los hombres constituyan comunidades sociales. La especie humana es un monstruoso accidente de la evolución biológica. Esta evolución ha desembocado en la creación de un ser que es inepto para la vida. Esta especie habría desaparecido sino hubiese podido crear una forma nueva e inédita en al escala de los seres: la sociedad como institución, que encarna significaciones y es capaz de adiestra especímenes singulares Homo Sapiens para que puedan vivir.
Lo coherente en la sociedad es todo lo que impone maneras de actuar y pensar. Hay que subrayar el hecho de que no hay pensamiento personal, porque en el pensador más original solo hay una ínfima parte de lo que dice que no proviene de la sociedad, de lo que lo rodea y ha aprendido. Hay un conjunto de instituciones que hacen que hablemos una lengua y no otra. La unidad deriva a su vez de la cohesión interna de un entretejido de sentidos, o significaciones, que penetran toda la vida de la sociedad, la dirigen y orientan: son las significaciones imaginarias, encarnadas en las instituciones particulares que las animan.
·         Son imaginarias porque no son ni racionales ni reales, no corresponden a ideas racionales, y tampoco a objetos naturales.
Cada hombre es casi la sociedad entera, en la medida en que refleja todo ese entretejido de significaciones imaginarias.
Podemos ver al individuo como un microcosmos social. Hay una correspondencia entre esta organización de la sociedad y la organización biológica. Es la clausura. En ambos hay clausura organizacional, informacional, cognitiva. El biológico esta en constante intercambio con su medio, pero en oro sentido, esta cerrado sobre si mismo. El organismo es una unidad sometida a perturbaciones., pero una clase de estas no es captada por el organismo y las que si lo son, son transformadas en informaciones.
·         Un mensaje solo toma su significación para el organismo pasando por sus horas caudinas, entrando en sus moldes.
Cuando vemos, pensamos, aunque no pensemos en ello. Por eso podemos ver mal pero el pensamiento interviene. La sociedad, como cada especie y ser viviente, establece su propio mundo, en el cual también esta incluida una representación de sui misma. La organización propio de la sociedad (instituciones y significaciones) es la que plantea y define cada vez lo que es considerado información para la sociedad, lo que es simple ruido y lo que no es nada, o cual es el peso, pertinencia y valor de una información.
·         Cada sociedad contiene un sistema de interpretación del mundo. Es constitución, creación, del mundo que vale para ella, de su propio mundo. Y su identidad es el sistema de interpretación, de donación de sentido.
En la sociedad, la transmisión de rasgos que se conservan se hace sin ninguna base genética (como la lengua y las leyes) Para la sociedad no hay ruido porque todo cuanto aparece debe significar algo. Hay un imperialismo de la significación que no sufre excepción. La fabricación de la información por y para el ser viviente nunca es económica, hay una sobreproducción considerable. En la sociedad llegan muy lejos, mas allá de toda caracterización funcional posible, y aparecen como extendiéndose virtualmente, sin limites.
Cuando hablamos de lo viviente, una tercera instancia, el metaobservador, trata de ver lo que ocurre para el ser viviente, desde el punto de vista del ser viviente, y aquellos a lo que corresponde en el medio de este ser, más allá de las fronteras del organismo. Este metaobservador trata de establecer una correlación entre estas dos series, mientras que el mismo, no esta incluido en ninguna. Pero, en el caso de la sociedad no podemos hablar de esto ya que los observadores no pueden extraerse de ella, pertenecen a ella. Es irresoluble. No hay realidad fuera de nuestra institución del mundo. También hay seres que existen para ella sin que posean correlato exterior. Una sociedad crea entidades que son para ellas más importantes, sin buscar un correlato físico: Ej. Dios, espíritus, normas, leyes, pecado, virtudes.
Las dos dimensiones de la institución de cada sociedad. No hay sociedad sin aritmética, y no hay sociedad sin mitos. No hay mito sin aritmética; todo mito esta obligado a apelar a los mismos esquemas que son de base aritmética e incluso a los números (Dios es uno en tres personas) Inversamente, no hay aritmética sin mito, puesto que siempre hay, en la base de aritmética, una representación imaginaria de lo que son los números, de lo que es el universo de la cantidad, etc.
Aritmética y mito son dos ilustraciones claras de las dos dimensiones en las cuales se despliega la institución de la sociedad. Por una parte, la dimensión conjuntista-identitaria: la institución de la sociedad opera según los mismos esquemas que están activos en la teoría lógico-matemática de los conjuntos (elementos, clases, propiedades) Esquema de determinidad: Para que algo exista debe estar bien definido.
En la dimensión imaginaria, la existencia es la significación. Pueden ser localizadas, pero no están plenamente determinadas. Están vinculadas unas con toras por la remisión. Lo que importa es que lo histórico-social crea un nuevo tipo de orden, creación ontológica.
·         Por las significaciones y las representaciones imaginarias, vinculadas con una herramienta y la manera de utilizarla, podríamos reconstruir todo el imaginario social.
La diferencia radical entre el mundo biológico y el histórico-social es que en este último emerge la autonomía (de lo viviente). La clausura implica que el funcionamiento de lo viviente y su correspondencia con lo que puede haber afuera, están gobernados por reglas, principios.
La heteronomia es incorporada a las instituciones heterónomas de la sociedad y en la estructura psicosocial del individuo mismo. Esto actúa como factor de conservación, de la preservación de la institución.
En Grecia se da una creación histórica extraordinaria que hace ser la autonomía como apertura. Emerge una nueva forma de lo existente, del ser histórico social. Estas cuestionan su institución, la ley de su existencia. Es la primera vez que hay alteración de la institución consciente y abiertamente. La ruptura consiste en que las representaciones heredadas son cuestionadas, y finalmente, las ideas mismas de verdad y de realidad. Es el nacimiento de la filosofía reflexiva.

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