Lógica de los magmas: Se ve llevado a esta noción a partir del psicoanálisis y el modo de funcionamiento del inconsciente, en este se trata de un magma de representaciones, así como en la sociedad de un magma de significaciones imaginarias sociales. El sujeto tiene a su disposición la totalidad de las representaciones que le pertenecen. El magma es indeterminado. De un magma pueden extraerse, o se pueden construir, organizaciones conjuntistas, en un número indefinido, no pudiendo ser reconstituido - el magma - a partir de dichas composiciones conjuntistas.
Lógica conjuntista-identitaria: se da en una doble dimensión. Como Legein, es lo que permite organizar, realizar operaciones de distinción, elección, conteo, etc., y su operación fundamental es la designación; esto hace posible que se produzca el hacer/representar social, al referirse a objetos distintos y definidos, produciendo la relación de signos (significativa) que permite y hace al lenguaje como código. Es la dimensión identitaria del representar/decir social. Como Teukhein (que trata de la cuestión del reunir-adaptar-fabricar-construir) se encarga de la finalidad e instrumentalidad, refiriendo lo que es a lo que no es y podría ser. Es la dimensión identitaria del hacer social.
Imaginación radical: capacidad de la psique de crear un flujo constante de representaciones, deseos y afectos. Es radical, en tanto es fuente de creación. Se diferencia de la idea de la imaginación para acentuar la poiesis, la creación. Es la característica central de la psique: lo que es, es producido por la imaginación radical. Esta hace surgir representaciones ex-nihilo, de la nada, que no están en lugar de nada, ni son delegadas de nadie. Implica creación, y no solo repetición. La psique tiende a interrumpir este flujo de imaginación radical, debido a las demandas de socialización; la reflexión a la que se adviene en un tratamiento psicoanalítico, permite liberarla de un modo lúcido.
Defuncionalización: el psiquismo humano está defuncionalizado, ya que lo que se imagina no está regido por una funcionalidad biológica El hombre es un animal loco, y no lógico. Esto es porque en el humano se divorcian el placer de representación que tiene -mas preponderancia- y el placer de órgano. Lo propio del hombre es la imaginación irrefrenada, defuncionalizada. El privilegio del placer de representación - que hace a la defuncionalización - es lo que permite la sublimación, el pensamiento.
Imaginario social: es la posición de un magma de significaciones imaginarias, y de instituciones que las portan y las transmiten. Es la instancia de creación del modo de una sociedad, dado que instituye las significaciones que producen un determinado mundo (griego, romano, incaico, etc.) llevando a la emergencia de representaciones, afectos y acciones propios del mismo. Se debe diferenciar de las representaciones sociales.
Mónada psíquica: es el primer estrato de la psique, su núcleo. La psique se autorrepresenta, no establece ninguna diferenciación entre ella y el mundo. Se trata de autoerotismo. El deseo del cual se trata no es a causa de un objeto perdido, sino que es el deseo de un estado: El termino "Soy el pecho", unidad fusional de piel-calor-leche-olor-sonido, habla de una protoidentificación. El principio que rige esta fase es el del placer, y hay un indiferenciación representación-deseo-afecto. El paso siguiente es el de la alienación en el deseo del otr, producido por las presiones de lo biológico y de ese otro. La socialización impone la ruptura de la mónada como primer trabajo para la psique.
Fase triádica: en la medida en que la mónada se rompe, el psiquismo adviene a la fase triádica en la que tres elementos forman parte: el infans, la madre, el pecho. La omnipotencia de la mónada es proyectada en la madre. Se establece la represión (el segundo trabajo que la socialización impone a la psique) y el proceso primario. Los objetos aparecen como parciales y la realidad la designa la madre. De la alucinación se pasa a la fantasía. Se produce la diferenciación de las representaciones, los deseos y los afectos.
Individuo social: Cuando la significación está en poder del otro, el lenguaje no termina de cumplir su función de socialización, será posible cuando ese otro sea destituido de su omnipotencia. Para esto debe primero ese otro autodestituirse: debe significarse como algo distinto de la fuente y el dominio de la significación, debiendo señalar que nadie es dueño de las significaciones. El Complejo de Edipo es la aparición de la institución de la sociedad que limita la imaginación radical de la psique, evitando que la locura monádica se continúe. Deben estar castrados el infans, el padre y la madre. Se abre así el proceso identificatorio para la psique, que continuará en las otras instituciones de la sociedad.
Sublimación: va unida a la socialización de la psique (psicogenéticamente). Implica un cambio en la finalidad de la pulsión y del objeto de la misma: La sublimación esta presente a nivel mismo del pensamiento y el lenguaje, se apoya en lo social. Permite que los otros ya no sean considerados simplemente como objetos sexuales, sino individuos sociales. El placer originario de la mónada, luego se hizo erótico, y finalmente, con la aparición del individuo social, se tratará de modificar el estado exterior de las cosas, o su percepción. Para esto es indispensable la sublimación. Únicamente puede haber sociedad si los objetos de la sublimación son típicos, categorizados y mutuamente complementarios. La realidad es la que dicta la institución imaginaria de la sociedad. (La pulsión anal es creación histórico-social, por la significación que las heces adquieren en la relación entre la madre y el infans)
Reflexión: en la medida en que el individuo social tome contacto y reconozca la alienación en la cual está inmerso, se abre la posibilidad de que pueda cuestionar las significaciones imaginarias sociales. Mediante la cura analítica se puede tomar contacto con los deseos y determinaciones, reflexionar y decidir sobre ellos. Es un proceso y no de un estado logrado.
Autonomía: es la ruptura de la heteronomía. La autonomía individual debe coincidir con la autonomía del conjunto. El psicoanálisis es un camino para arribar a ese estado. El proyecto de la autonomía es el movimiento histórico de los sujetos por arribar a una autoinstitución lúcida de la sociedad, el darse la propia ley. Es una ley como autocreación de la sociedad, que no reconoce fundamentos extrasociales (Grecia, la Revolución Francesa). Implica para la sociedad poner en tela de juicio las propias instituciones y asumir que son los integrantes de la sociedad quienes les dan a esas instituciones el poder que tienen. Es una ruptura ontológica, hacer surgir del magma de significaciones sociales imaginarias nuevas significaciones, implicando la puesta en cuestionamiento de lo conjuntista-identitario.
Heteronomía: es el estado de la sociedad opuesto al de la autonomía. Los sujetos atados a un mito atribuyen un origen extrasocial a las leyes que los gobiernan y olvidan la capacidad instituyente del colectivo. Se oculta las fuente del poder en el conjunto. Y así el poder se hace más extraño a los sujetos.
Histórico-social: es uno de los dominios del hombre. Se muestra la indisociabilidad e irreductibilidad de la psique y la sociedad. Lo social se da como autoalteración, como historia. La emergencia de la institución va de lo instituido a lo instituyente, y viceversa, a través de rupturas y de nuevas posiciones emergentes del imaginario social instituyente. Este crea a partir del magma de significaciones imaginarias sociales que constituye a la sociedad como un mundo de significaciones. De este modo, cada sociedad se autoinstituye. Esas significaciones da un determinado sentido a la vida social, siempre arbitrario. La burguesía produce su propia definición de la realidad y es tomada como canónica por la heteronomía de la sociedad.
Significaciones imaginarias sociales: Es una posición primera que inaugura e instituye lo histórico-social, procediendo del imaginario social instituyente, expresión de la imaginación radical de los sujetos. No tienen referente ni necesariamente explícitas. Son lo que forman a los individuos sociales. Es imposible explicar cómo emergen: son creación. El campo socio- histórico se caracteriza por significaciones imaginarias sociales, las que deben encarnarse en las instituciones. No pueden ser explicadas por parámetros lógicos
Tipo antropológico: la incorporación de las significaciones imaginarias sociales de una sociedad determinada, tiene como consecuencia la producción de un tipo antropológico que es funcional a la misma (el empresario o el trabajador en el capitalismo)
Estratificación: Los estratos del psiquismo forman parte de un magma de representaciones, deseos y afectos. La madre omnipotente, la del complejo de edipo, la madre-ternura, etc., coexisten para la psique, y remiten unas a otras. Es la representación de madre en tanto magma. Esto hace que siendo el mismo objeto, su significación cambie. Es la naturaleza magmática de las representaciones, los cambios en el objeto.
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