En el cerebro humano hay importantes vías
asociativas. Una de ellas MFB que
yo llamo
haz de la gratificación y que reúne los
3 cerebros haciéndolos funcionar conjuntamente.
Si en este haz se coloca un electrodo conectado a
una fuente eléctrica de poca
intensidad, conectada a su vez a una palanca que
cuando se baje cierra el circuito sobre
el sujeto, cuando toque la palanca no se apartará
de ella. Ni la rata o el mono dirán que
sienten placer, pero sino lo no lo sintieran seguro
no repetirían ese acto. Es por ello que
se puede decir que este haz es el de la recompensa, haz catecolaminérgico, que
funciona bajo ciertos mediadores químicos: la dopamina y la noradrenalina. Cada vez
que establecemos con el mundo que nos rodea un
contacto que llamamos gratificante,
que mantiene el equilibrio interno y nos da placer,
hemos memorizado la estrategia
empleada, y vamos a repetirla. Llamamos a esto reforzamiento.
Otro haz es el llamado PVS-Punición, este está situado más profundamente y por lo
tanto es filogenéticamente más antiguo que el
anterior (MFB-Recompensa). Si se coloca
el mismo electrodo esta vez en este haz y se repite
la experiencia, cuando el animal toque
la palanca una vez y reciba la descarga no volverá
a tocarla. Dará un grito y se pondrá
agresivo. La agresividad es algo que se aprende.
En el PVS,
haz de la punición, tiene que
ver con las endorfinas. El PVS
lleva a un
comportamiento de huída, y cuando no se puede huir,
a la lucha. El primer haz, de la
recompensa MBF, llevaba a la repetición del acto y
este lleva a la huída.
Si la huída es eficaz, o lo es la lucha, se va a
retener esto en la memoria y se va a
recomenzar de esta forma la estrategia de lucha o
huida, para así recuperar el equilibrio
interno y el placer que conlleva. Pero en algunos
casos no se puede huir ni luchar,
entonces entra
en juego un tercer haz, “el Sistema Inhibidor de la acción” (SIA). Este
lleva a inhibir la acción, no se puede huir, no se
puede luchar, se permanece bloqueado.
Es un sistema que permite no moverse, esperar
mediante una espera en tensión.
Una razón para estar inhibido en la acción, es el
hecho de imaginar algo que quizás no se
va a producir nunca, pero que se teme que ocurra.
Tenemos el eje
hipotálamo-hipofiso-cortico-suprarrenal. A nivel del hipotálamo se
sitúa la región
primitiva del sistema nervioso. En este nivel se sitúa la secreción de
una sustancia proteica llamada CRF (factor liberador de corticotrofina),
que actuará
sobre la hipófisis que
secretará una hormona ACTH, que estimulará la corteza
suprarrenal que secretará glucocorticoides.
El glucocorticoide
inhibe en un feedback negativo la secreción del ACTH y así
también se inhibe la secreción de CRF. Al igual que cuando se libera
ACTH se actúa
negativamente sobre la secreción de CRF.
Todos los niveles de organización (molecular,
celular, etc.) obedecen a una regulación
exterior al sistema y la inhibición de la acción es
algo que ocurre todos los días.
El Sistema
Inhibidor de la Acción (SIA) es colinérgico
y serotoninérgico, sus
mediadores químicos son la acelticolina y la serotonina.
Se está inhibido en la acción cuando se tiene un déficit informacional. El estado de
espera en tensión que resulta de la puesta en
movimiento del sistema inhibidor de la
acción (SIA), es la ansiedad. La ansiedad es diferente del
miedo.
El miedo resulta
de la puesta en acción del haz de
punición (PVS) y lleva a la lucha
o a
la huida.
Además, el hecho de impulsar una acción, un movimiento, va a atemperar el
miedo. Se tiene miedo antes de que algo suceda, no
en el momento en que sucede, ya
que el
sistema nervioso sirve para actuar.
Hay otra razón para estar ansioso, el exceso de información, cuando no hay
criterios
suficientes
para clasificar la misma por orden de valor.
Existe también
la angustia. Una clase de angustia estrictamente humana es la que
provoca la
muerte, ya que el hombre es el único animal que sabe que morirá. Aquí se nos
presenta un
déficit informacional.
Este nivel
superior de organización que es el Sistema Nervioso, actúa a través de tres
sistemas: El
Sistema Inhibidor de la Acción (SIA) y las dos regiones correspondientes
al haz de
recompensa (MFB) y al haz de punición (PVS), reunidos en un único sistema
que llamamos
el Sistema Activador de la Acción (SAA).
Cuando estamos
felices, está funcionando el haz de recompensa (MFB), este bloquea la
liberación de
CRF (factor de liberación de corticotrofina). En cambio, si esá
funcionando el
haz de punición (PVS), que es colinérgico y dirige la huida o la lucha se
libera CRF
(factor de liberación de corticotrofina), que rápidamente llega a la hipófisis,
que libera a
su vez ACTH (adenocorticotrofina), que va a estimular entonces el
mecanismo de
lucha o huida. Si la huida resulta eficaz se deja de liberar cortizol. Pero si
la liberación
continua este provoca efectos, a saber, estimula al Sistema Inhibidor de la
Acción (SIA),
que a su vez estimula la liberación de ACTH (Adrenocorticotrofina),
estableciéndose
de esta forma un circulo vicioso.
Entonces, si
la lucha o huida son eficaces, se inhibe ese funcionamiento en circulo.
Deja de ser
necesario servirse de la lucha o huida pues se ha conseguido restablecer
relaciones con
el ambiente, se ha controlado la situación. En cambio si la lucha o huida
son ineficaces
el sistema inhibidor de la acción (SIA) comienza a girar y se entra en un
círculo
vicioso puesto que no todas las regulaciones son positivas (feedback
positivo).
Cuando se esta
luchando o huyendo se libera adrenalina. Cuando esta actuando el
Sistema
inhibidor de la acción se libera noradrenalina. La adrenalina es liberada por
la glándula
suprarrenal.
Cuando se está
inhibido en la acción, el cuerpo se colma de cortizol y noradrenalina.
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