En el ámbito académico existe una famosa anécdota atribuida
a un eminente profesor de Psicología. En la misma -relatada por George Miller
en su texto de Introducción a la Psicología- se cuenta que un joven ayudante
del mencionado docente, quedo encargado de introducir a los alumnos al campo de
la Psicología, ante una ausencia temporal de su jefe.
Cuenta la historia que el entusiasta joven inició su
actividad académica intentando definir lo que era la Psicología y que a los
meses, cuando el Titular retomó sus clases, todavía estaba enredado en su
laboriosa pero no menos infructífera tarea de definición.
Este pequeño relato
nos enseña varias cosas.
Una de ellas es que no hay una definición de Psicología, por
lo menos que sea compartida por todos.
Otra, que no es lo más aconsejable el comenzar por la
búsqueda de una definición para un campo tan amplio.
La Ciencia genera
hipótesis, define ámbitos de aplicación más limitados y trabaja sobre ellos.
Cuando enfrenta dificultades coloca un interrogante (una x)
y continua trabajando hasta agotar las hipótesis propuestas, en ese punto se
planteará la necesidad de nuevas ideas.
Es en éste sentido
que decimos -siguiendo a un destacado pensador francés Gaston Bachelard- que la
Ciencia construye su objeto de estudio como un objeto teórico.
Luego, desde esa
construcción deberá instrumentarse una operatoria que transforme lo real.
Es decir que si bien
el objeto es una construcción hipotética, no debe ser un mero idealismo, debe
poder operar transformaciones en la realidad.
Si bien de entrada
hemos intentado escabullirnos del problema de una definición, en el mismo
momento de hacerlo lo hemos traído como un existente. Es decir, a cualquier
Psicólogo le resulta molesto no poder dar una respuesta clara, concisa de su
quehacer, pero esto no impide que no podamos recortar nuestra práctica de
tantas otras.
Aunque el definir no
sea lo más adecuado, siempre hay autores que lo intentan. Dentro de este grupo
tenemos a Fernández Trespalacios, J. L., docente de la Universidad Nacional a
Distancia de España, quien en su libro "Introducción a la Psicología"
comienza su aproximación al tema con la diferenciación entre ciencia básica y
ciencia aplicada. Como se aspira a que nuestra practica sea una ciencia, es
válida para él también hablar de Psicología Básica y Aplicada.
Para este docente,
por lo tanto, definir la Psicología es ante todo contestar a lo que es la
Psicología Básica.
Al respecto dice:
"la psicología científica es el estudio de los procesos psíquicos del
hombre normal y maduro y de las leyes que rigen tales procesos". Es
tentador preguntarnos que se quiere decir con "normal",
"procesos psíquicos" etc., pero nos desviaría demasiado de nuestro
camino.
Es preferible seguir
con el texto del profesor Fernández Trespalacios, ya que pocas líneas más
adelante expresa lo que entiende por Psicología Básica: "son los
conocimientos referidos a los condicionamientos tanto clásico como operante,
motivación, emoción, imitación o aprendizaje vicario, cognición, etc.".
En este punto es
importante detenernos. Si relacionamos "estudios de procesos
psíquicos" perteneciente a su definición de la psicología científica con
su descripción de lo que se entiende por Psicología Básica, nos encontramos con
uno de los nudos teóricos más conflictivos de la Psicología.
Dijimos más arriba
que la ciencia construye sus objetos teóricos. Decimos ahora que esa
construcción surge con una pregunta. Es justamente el modo de preguntarnos, el
modo de interrogarnos, lo que va ha constituir un determinado campo.
Este será un campo
teórico y del mismo se deberán derivar sus reglas de aplicación, es decir sus
modos de operar en lo real.
Así como un postulado
que plantea, que por un punto exterior a una recta, pasa una y sola una
paralela, nos determina un tipo particular de geometría (la que no puede operar
como si por ese punto exterior pasaran infinitas paralelas), la Psicología
tiene teorías dentro de su difuso campo que parten de postulados que pueden ser
tan arbitrarios como los de la geometría, pero deben respetar las consecuencias
de establecerlos.
Esto es a lo que nos
referíamos cuando escribimos sobre la derivación lógica de reglas de
aplicación.
Pero ¿qué sucede
cuando se postula "procesos psíquicos" y al mismo tiempo se utiliza
las categoría de "condicionamiento clásico y operante"? Será
necesario realizar un pequeño rodeo para contestar esta pregunta.
Constituyendo un campo: la pregunta por el aprendizaje.-
A fines del siglo
XIX, la naciente Psicología se separaba de la Filosofía y lo hacia bajo el
fuerte influjo de la física y la química, además de la fisiología alemana y el
empirismo ingles. Centraba su interés en los procesos de la consciencia y les
estudiaba por medio del método llamado introspección, o sea, la observación de
los propios fenómenos mentales.
Su enfoque era
elementalista y asociacionista, es decir que reducían los fenómenos mentales
humanos a sus elementos últimos y buscaban las leyes que permitieran comprender
como se asociaban unos con otros. Buscaban entender como se percibía, sentía,
recordaba etc.
Su idea central,
proveniente de las ciencias naturales, era que primero es el sistema y luego
hay que realizar el ejercicio artificial de desglosar sus elementos.
Este punto de vista,
al que algunos llamaron una Psicología subjetiva, por ahora lo tomaremos como
contexto para entender otra gran corriente, pero lo retomaremos más adelante ya
que es parte de otra de las grandes preguntas que conforman el campo de la
Psicología.
Es, a principio del
siglo XX, en las Universidades de los Estados Unidos donde surge el interés por
una Psicología que rechazara las especulaciones y que tuviera un fuerte apoyo
en la observación objetiva de los hechos. Surge así la demanda por una teoría
que fuera capaz de ser mensurable, verificable por un observador externo y que
sus experimentos fueran repetibles, para que de esta manera, constituyera un
campo científico y objetivo.
Esta corriente que se
llamará Conductismo, estará influenciada por el "Positivismo" en su
búsqueda de regularidades, es decir leyes del comportamiento; por el
"Pragmatismo" en su requerimiento de aplicaciones útiles y por el
"Evolucionismo" en su jerarquización del concepto de adaptación.
La cuestión central
será referida a como hace un organismo, ya que de eso se trata la forma en que
consideran a lo humano, para adaptarse al medio y así poder sobrevivir. Debe
poder aprender de la experiencia para tener mejores posibilidades de salir
victorioso en la lucha por la vida.
Por lo tanto la
palabra clave en el Conductismo es adaptación y ésta es una forma de
aprendizaje. La cuestión central en esta concepción es lograr explicar como se
realiza esa modificación del comportamiento que se llama aprender. La respuesta
vendrá del lado de la idea de conexión y es por eso que serán denominados
conexionistas. La influencia de la fisiología y el modelo del arco reflejo
serán determinantes de esta posición.
Como es posible ver,
el concepto clave del conductismo coloca a lo humano en el mismo nivel de
análisis y estudio que el universo animal. Es por esta razón que será posible
experimentar con animales en el laboratorio y se podrá extrapolar sus
resultados al hombre. Este punto de vista está sostenido en el llamado
"Principio de Parsimonia" de Lloyd Morgan. El mismo postula que las
conductas humanas deben ser explicadas por las leyes más simples que alcancen a
explicarlas, es decir no hay que recurrir a recursos antropomórficos -todo lo
que haga recurso del concepto de mente- si es posible dar cuenta de nuestro
comportamiento mediante las mismas leyes que podemos entender el mundo animal.
Por lo tanto debe ser suficiente los conceptos de ensayo y error, formación de
hábitos, etc.
Decíamos más arriba
que se los denomina conexionistas, ya que toda nueva conducta, el aprender, se
logra por nuevas conexiones que se establecen a partir de las escasas conductas
que cada organismo trae al nacer.
Hay dos tipos de
conexionismos: el primero es el denominado por contigüidad. Estas conexiones por
contigüidad se establecen entre distintos Estímulos o entre Estímulos y
Respuestas y conforman el llamado Condicionamiento Clásico.
El segundo es el
denominado del Refuerzo, y corresponde al llamado Condicionamiento Operante.
Este es caracterizado por el hecho de destacar las consecuencias que en el
ambiente produce una respuesta espontáneamente emitida, es decir en como opera
transformaciones en su entorno. Estas modificaciones son las que se denominan
refuerzo cuando aumentan la tasa de emisión de esa misma respuesta.
Del énfasis en los
estímulos, en el Condicionamiento Clásico, se pasa a destacar el refuerzo en el
Condicionamiento Operante.
Para esta línea de
interrogación, la mayor parte de la conducta humana es aprendida -de ahí lo de
nuevas conexiones- o sea que no es innata y si es, por lo tanto, controlada por
influencias ambientales antes que por causas internas.
En una síntesis
apretada podemos decir que este enfoque se caracteriza por:
1) el énfasis en el
aprendizaje humano análogo al animal,
2) énfasis en las
señales o estímulos presentes en la situación de aprendizaje y no en causas
internas de la conducta,
3) mecanicistas en
sus leyes del aprendizaje,
4) énfasis en la
descripción objetiva de los eventos del medio ambiente,
5) control
experimental sobre el objeto de estudio, es decir, ¿cuales son los
acontecimientos que efectivamente ocurren en el medio, que posibilitan que el
organismo responda apropiadamente a los aspectos relevantes del medio?.
Es posible observar en
esta serie de ítem el marcado determinismo, o sea la causación de la conducta
por el ambiente presente y pasado; el antimentalismo, es decir, la exclusión
del lenguaje básico de la psicología de los predicados referidos a fenómenos o
entidades mentales y un antiguestaltismo, que implica la existencia de un
conjunto de conductas independientes entre sí -conductas elementales- que son
respuestas específicas a estímulos específicos y que las conductas complejas
son compuestas a partir de conductas elementales.
Vemos que la pregunta
por el aprendizaje esta sostenida fundamentalmente por las ideas de individuo,
organismo, ambiente, adaptación, conexión, condicionamiento, reflejos y en
última instancia en movimientos musculares y secreciones glandulares, entendidos
como procesos físicos y químicos, en que se sostiene toda conducta.
El protagonismo de lo
mental: la pregunta por el conocimiento.
La "pregunta por
el aprendizaje" limitaba el campo teórico a los métodos públicos de
observación, rechazando la construcción de hipótesis y excluyendo, además,
todos los conceptos referidos a mente, pensar, imaginar, plan, deseo,
intención, etc.
La creencia en la
supremacía del poder determinante del medio modeló un individuo que actuaba
como reflector pasivo de fuerzas y factores presentes en su ambiente, en donde
no había lugar para una acción sostenida por ideas o propósitos.
Este estado de cosas
no se sostuvo por mucho tiempo, ya que el estudio de los procesos cognitivos
-ligados al desarrollo filosófico de Occidente- como el pensar, la resolución
de problemas, la naturaleza de la consciencia volvieron a tener protagonismo en
la psicología académica norteamericana alrededor de la década del 50.
Asimismo, en Europa a
principio de Siglo, surge la propuesta llamada "Gestalt", teoría
centrada en estudios sobre lo intersubjetivamente constante en la percepción,
tanto humana como de los animales superiores.
Si bien se opone al
otro gran psicólogo alemán W. Wundt (fundamentalmente en lo referente a su
atomismo psíquico), comparte con él su interés por los procesos mentales. La
pregunta por la forma en que conocemos nuestro mundo, apelando a conceptos
mentalistas los asocia y a su vez los enfrenta con el campo del conductismo.
Por otra parte, en
Suiza, un biólogo Jean Piaget plasma su objetivo básico de elaborar una teoría
epistemológica (estudiar la producción del conocimiento humano), interesándose
por la psicogénesis del conocimiento.
Retoma los clásicos
problemas de la filosofía occidental, como ser: ¿que es el conocimiento?, ¿cómo
es posible el conocimiento?, ¿que pertenece al sujeto y que al objeto en el
acto de conocer?. Los sustituye por una pregunta englobante: ¿como se pasa de
un estado de menor conocimiento a otro de conocimiento más avanzado?.
Construyó la
categoría de Sujeto Epistémico en donde incluye lo que es común a todos los
sujetos en el proceso del conocimiento, es decir describe un modelo universal.
Su preocupación por el desarrollo va de la mano con el uso de categorías
lógicas, simbólicas, es decir mentalistas.
Este campo
psicológico, en donde podríamos nombrar muchos más autores igualmente
significativos (Bruner, Vigotsky, Wallon, Bartlett, etc.), es el que algunos
han llamado cognitivo en sentido amplio, ya que si bien estudia los problemas
pertinentes a la cognición humana (percepción ,memoria, pensamiento, etc.),
debe ser diferenciado del aquel otro -lo cognitivo en sentido estricto- que
pretende estudiar los procesos mentales mediante un análisis científico,
utilizando la analogía de la mente con la computadora. Este último punto tiene
dos vertientes: uno, principalmente corresponde a la influencia que la
computadora tiene en el campo de la psicología académica del hemisferio norte, y
el otro a la convergencia de varias disciplinas -la Psicología es una de ellas-
en lo que ha dado en llamarse Las Ciencias Cognitivas.
Más allá de las
confusiones entre Psicología Cognitiva y Ciencias Cognitivas, propias de un
campo nuevo (aclararemos algo de esta última más adelante), puede ser interesante
ver lo que afirma el psicólogo Richard E. Mayer sobre lo que es la primera.
En su libro "El
Futuro de la Psicología Cognitiva" nos dice que ésta es:
"El análisis
científico de los procesos mentales y estructuras de memoria humanos con el fin
de comprender la conducta humana".
La primera parte de
la definición -análisis científico- nos indica que solo puede utilizar los
métodos de la ciencia y más adelante precisa que éstos consisten en
"técnicas de análisis que permiten dividir las actividades mentales
globales en componentes que se puedan medir".
Lo mensurable de la
definición nos pone en la misma línea que la anterior "Pregunta por el
Aprendizaje", pero el concepto de "actividades mentales" nos
aleja rápidamente de ella. La segunda parte de la definición se refiere al
objeto de la Psicología Cognitiva, al que define como "los procesos y
estructuras mentales", es decir la actividad mental humana.
Nuevamente podemos
ver como surge la distancia teórica con el campo del conexionismo conductista donde
reina el antimentalismo.
La tercera parte
afirma que todo se hace para "comprender la conducta humana", es
decir describir los sucesos cognitivos con claridad y precisión no solo para
comprender, sino también para poder predecir la conducta humana.
Si bien se utiliza el
término "conducta", hay que entender que no está sostenido por los
mismos principios que vimos en nuestra primera definición de un campo
psicológico.
Basta con ver el
ejemplo que da el autor:
"estudiar los
procesos que subyacen a la resolución de problemas aritméticos para
posteriormente poder predecir y comprender porqué unos aprenden y otros
fracasan".
Esta frase habla de
una "conducta" de resolver problemas, lo que poco y nada tiene que
ver con reflejos, movimientos musculares y glandulares, además del determinismo
del ambiente. Interesa un individuo que enfrenta de manera activa y con
estructuras y procesos mentales propios, los problemas con que se enfrenta en
su vida.
Meyer es un típico
ejemplo de la influencia del modelo cibernético en la Psicología, ya que su
trabajo está centrado en el concepto del humano como procesador de información.
Esta es una idea que
proviene de la Teoría de la Información de Shannon y de la concepción
cibernética de Programa como una lista de cosas por hacer, es decir, se
interesa por la información sin que importe de que se trata lo que se informa.
Algunos psicólogos,
como Ulric Neisser, en su libro Psicología Cognitiva, cuestionarán la
legitimidad de tratar a los humanos solamente como procesador de información.
Neisser reprochará a sus colegas el rendir tributo al modelo de la computadora
y su insistencia en los planteos artificiales de laboratorio, lo que desemboca
-dice- "en una Psicología ausente de los problemas con los que se topan
los humanos todos los días".
Llegado este punto,
estableciendo una cierta sistematización de la pregunta por el
"conocimiento", podemos ver que el mismo se sostiene en un modo de
abordar la cognición que recurre a eventos internos, es decir mentales, que
construye un modelo conceptual de las estructuras y de los procesos internos,
que pone énfasis en la comprensión y en la explicación, que utilizará como
metodología la modelización y la programación, y que fundamentalmente se
apoyará en la idea de representaciones mentales.
Esta será definida
como "la forma o la estructura que adquiere la información codificada en
la mente humana" y los procesos mentales serán "las maniobras
mediante las cuales se manipulan y transforman esas representaciones
mentales".
Optar por este nivel
representacional, marca diferencias con el neurocientífico, por un lado, que
habla de células nerviosas, y también con el histórico o antropológico, por el
otro, centrado en la influencia de la cultura. Determina que la actividad cognitiva
humana deba describirse sobre la base de símbolos, esquemas, imágenes, ideas,
proposiciones, etc.
Es necesario no
perder de vista que el campo que se define desde la "pregunta por el
aprendizaje", entra en permanente colisión con esta propuesta representacional
de la "pregunta por el conocer".
Criticarán que en la
Psicología, la representación es un postulado que hace más mal que bien, que es
preferible hablar de estructuras neurológicas o de conductas manifiestas y que
debemos referirnos a la conducta y disposiciones a comportarse y no a hechos
internos, es decir no a ideas, conceptos o reglas.
Una apuesta fuerte: La Ciencia Cognitiva.
Inserta en la misma
interrogación por el conocer que hemos visto anteriormente, se ha transformado,
en el decir de Howard Gardner, en la nueva ciencia de la mente.
Su historia y
desarrollo se encuentra confusamente entrecruzada con la de la propia
Psicología. Tal es así, que el famoso Simposio de Hixson, llevado a cabo en
septiembre del año 1940, en el Instituto Tecnológico de California y centrado
en el tema:
"La forma en que
el Sistema Nervioso controla la conducta", reunió a pensadores de distintas áreas; entre
ellos estuvieron el matemático John Von Neuman con la analogía entre la
computadora y el cerebro; el matemático
y físico Warren Mc Culloch con el paralelismo entre el Sistema Nervioso y los
procedimientos lógicos y el psicólogo Karl Lashley con su tema "El orden serial
de la conducta".
Lashley cuestionó la
Psicología del momento y planteó un esbozo de programa de investigación. Este
debía ocuparse de dar cuenta de las "conductas organizadas complejas"
como tocar un piano, jugar tenis o expresarse en el lenguaje común.
Fundamentalmente
cuestionó el marco teórico explicativo dominante, es decir el de las cadenas
asociativas simples entre Estímulos y Respuestas. Este no es capaz de dar
cuenta de ninguna conducta ordenada en forma secuencial, las que se
desenvuelven con tal rapidez que ningún eslabón de la cadena puede basarse en
el precedente. Estas conductas complejas secuenciales, desafían toda
explicación en términos de cadena causal lineal del tipo A produce B.
Para Lashley debe
haber una organización jerárquica, la que no es impuesta desde afuera, sino que
emana del interior del organismo. Como podemos ver apunta directamente contra
el ambientalismo propio de la pregunta por el aprendizaje, proponiendo en su
lugar cambiar un sistema estático respondiente por uno dinámico y activo.
El trabajo de Lashley
marca, un tanto simbólicamente en los EE.UU.., el inicio de la decadencia de
las teorías conexionistas comportamentales, permitiendo que autores europeos
(por ejem. Piaget) sea estudiados con mayor detenimiento. Al mismo tiempo
podemos ver que en el simposio nombrado anteriormente, se destaca la presencia
de investigadores provenientes del campo de la matemática, física, cibernética
etc. los que van conformando un nuevo territorio, tanto conceptual, como
tecnológico y económico que se cristalizará en el entrecruzamiento interdisciplinario
llamado "Ciencia Cognitiva".
Si bien surge en un
espacio problemático común con la Psicología, veremos que hay diferencias
esenciales. Al respecto, el Programa en Ciencia Cognitiva de la Universidad de
Indiana (EE.UU.) nos aproxima una caracterización de la misma, dice:
"La Ciencia
Cognitiva explora la naturaleza de los sistemas inteligentes. Es un campo
interdisciplinario que trata con aspectos de la cognición compleja, con modelos
de los procesos cognitivos, sistemas inteligentes y la conducta emergente de
los sistemas interactivos en gran escala.
Toma prestado de una
amplia variedad de disciplinas, incluida la psicología, las ciencias de la
computación, la lingüística, las matemáticas, la filosofía, la neurociencia y
muchas otras.
Sus metas incluyen
una mejor comprensión de la mente humana, de la enseñanza y el aprendizaje y de
las habilidades mentales". Por otro lado el Instituto Tecnológico de
Georgia (EE.UU.) nos dice:
"Ciencia
Cognitiva es un campo ínter y multidisciplinario que enfatiza el desarrollo
empírico basado en modelos computacionales".
Vemos que este último
planteo destaca más ampliamente el modelo computacional, mientras que el
anterior explicita sus metas, destacándose en ellas objetivos clásicos de la
Psicología como ser comprensión de la mente humana, enseñanza y aprendizaje,
etc. Hasta aquí, todavía no es posible establecer una distinción más clara con
la Psicología, por lo tanto se nos hace necesario continuar.
El Profesor Adarraga
Pablo, miembro del Instituto de Ingeniería del Conocimiento de la Universidad
Autónoma de Madrid (España), expresa que: "La Ciencia Cognitiva se ocupa
del estudio de aquellos sistemas que poseen actual o potencialmente, alguna
forma de inteligencia o capacidades intelectuales, en sus diversas facetas y
manifestaciones reales o concebibles", situando a la nueva disciplina en
un marco más abstracto que la Psicología o que la Inteligencia Artificial.
Para Adarraga existe
una diferencia entre la IA, que no es otra cosa que modelo computacional puro,
y la Ciencia Cognitiva. Uno es más abarcador que el otro. Esta última se
centrará en el estudio abstracto de la cognición, es decir en el análisis de
sus mecanismos con independencia de las particularidades de los sistemas que le
sirven de substrato, sean éstos humanos, máquinas o sistemas formales.
Más adelante Adarraga
nos dirá que abordará su objeto de estudio -las funciones cognitivas- desde el
supuesto de que son concebibles en términos de cómputos. Entenderá que los
cómputos "son sistemas cuyas funciones de intercambio con el medio se
describen óptimamente como funciones de manejo sistemático de
información".
Nuevamente vemos como
el concepto clave es el de los humanos como procesadores de información, cosa
que lo equipara a un sistema simbólico físico como es una máquina. Esta postura
parece estar sostenida en la idea de que así como las computadoras se manejan
con algoritmos, es posible también encontrar un algoritmo universal que permita
entender el funcionamiento de nuestro cerebro (Roger Penrose).
En síntesis, el planteo
de Adarraga se sostiene en que la Psicología trabaja con humanos, la
Inteligencia Artificial con máquinas y la Ciencia Cognitiva con el concepto de
cómputo en un nivel más abstracto.
Desde nuestra
perspectiva, podemos decir a modo de conclusión, que la Ciencia Cognitiva, en
general, comparte con la Psicología su base empírica, su interés por los
procesos mentales, la formación de símbolos, las estructuras mentales, la
inteligencia -signifique esto lo que signifique- pero discrepan en que la Psicología
-como conjunto difuso de preguntas- no ha dejado de interrogarse por lo que
llamaremos la experiencia humana, es decir, un hombre que desea, que sufre, que
depende de una crianza, que crece, que se sabe mortal, que vive en una
sociedad, en una cultura y en una historia. Si bien la Ciencia Cognitiva se
interesa por lo mental, siempre está latente -en el modelo computacional- la
esperanza tecnológica de la construcción de una mente, es decir que un objetivo
de aplicación técnica parece marcar la dirección de los esfuerzos.
De todos modos es
posible que en ese intento, les sea necesario modelizar, parcial o totalmente,
teorías de aparato psíquico, las que puedan ser aprovechadas por pensadores que
no pierdan de vista que el hombre, como nos recuerda Neisser, no puede ser
reducido a un mero procesador de información.
Cuando un Sujeto se encuentra con su pregunta.
Cuando un Sujeto se encuentra con su pregunta.
En general fue en el
terreno académico, tanto europeo como estadounidense, donde surgieron las
teorías anteriores, se montaron laboratorios, vieron la luz publicaciones y se
debatieron las ideas que desarrollaron una psicología caracterizada por su
aspiración de ocupar un lugar en la ciencia.
Proveniente de un
territorio distinto, la teoría psicoanalítica del vienés Sigmund Freud, marcó
no solo un enfoque novedoso del psiquismo, sino que desarrolló también un modo
de abordar el tema de su interés: el sufrimiento humano.
La llamada Teoría y
Clínica del Psicoanálisis nace en el campo médico y como consecuencia de la
necesidad de poder enfrentar de alguna manera el dolor que traían los pacientes
que en ese entonces demandaban una respuesta al joven médico austriaco.
Dirigían su pedido al
profesional para que éste diera una respuesta al porqué eran asaltados por las
ideas y miedos que brotaban en sus mentes, o porqué no podían beber agua,
caminar, tener sensibilidad, etc., sin ninguna lesión neurológica que lo
justificara.
Para poder dar una
respuesta, Freud trabajó tratando de contestar dos preguntas que pueden ser
definidas como las fundamentales para el Psicoanálisis:
1) ¿Como funciona,
cual es la dinámica de la psique humana?, es decir ¿que es el inconsciente,
¿como un sujeto vive el placer y el displacer? y
2) ¿Como opera un
análisis, como es posible que alguien que escucha a otro pueda provocar cambios
en ese otro?.
Toda la doctrina
analítica es una inmensa respuesta, una tentativa interminable y que nunca
llega a acabarse, de dar respuesta a estas dos preguntas.
El recorrido
freudiano, primeramente teoriza sobre las llamadas neurosis, es decir trabaja
en el terreno de las patologías mentales y de esa manera su propuesta de lo
inconsciente queda expuesta a ser marcada como un fenómeno propio de lo
anormal.
Más adelante, en su
texto "La Interpretación de los Sueños" del año 1900, ensaya su
primera teoría de un Aparato Psíquico, es decir una teoría general del
psiquismo humano, una teoría que de cuenta de todos los fenómenos psíquicos y
no solo de los anormales.
Esto aleja a Freud de
las criticas de construir una propuesta limitada y lo acerca a poder contestar
una de las dos grandes cuestiones que señalamos más arriba.
En "La interpretación..."
Freud habla de representaciones inconscientes, ideas inconscientes, pensamiento
inconsciente, con lo que nos plantea una novedad paradojal: haría posible no
saber.
Esto parece una
ironía, ya que no saber parece lo más posible del mundo.
La conocida frase
socrática "Solo sé que no sé nada" puede ayudar a comprender.
En la misma tenemos
dos momentos, uno, "yo solo sé", donde aparece un yo y el otro,
"que no sé nada", donde aparece otro yo, es decir dos yo que no son
iguales, ya que uno sabe y el otro no sabe.
Es una forma en la
que se distribuye el poder, visible por otra parte, en la manera en que se
presentaban los pacientes al Doctor Freud:
" Ayúdeme, Ud.
debe saber lo que me pasa!".
Es decir, se supone
que hay uno que sabe y otro que no, el médico sabe lo que le sucede al paciente
y éste no. El paciente sabe que no sabe y demanda ese saber.
Volviendo a la
afirmación socrática, ésta nos permite tomar contacto con la verdadera
dimensión de la construcción freudiana: que no hay Psicoanálisis si resulta imposible
saber que no se sabe.
La teoría freudiana
fundamentalmente plantea que el saber puede faltar y si puede faltar, es porque
hay un saber, pero que no se dispone de él. Generalmente se supone que otro lo
tiene, por eso la demanda al médico de que dé cuenta de eso que le falta al
paciente.
Podemos hacer una
primera síntesis y decir que lo que Freud descubrió y llamó inconsciente es que
hay un saber no sabido.
En su recorrido por
los centros académicos franceses, Freud pudo observar en la Universidad de
Nancy, en el laboratorio del Prof. Bernheim, lo que se llamó "Sugestión
Post Hipnótica". En ésta, una persona en estado hipnótico, se le daba una
orden -abrir una puerta- y al despertar realiza la misma con plena consciencia,
pero, y esto es lo importante, no puede explicar porqué lo hizo.
Aclara Freud el
fenómeno, diciendo que la representación de abrir la puerta permaneció latente
o inconsciente volviendo a la consciencia en el momento fijado.
Si bien la
representación de abrir la puerta se volvió consciente, no hay recuerdo del
estado hipnótico y tampoco recuerdo del verdadero impulso a la acción, es decir
la orden del hipnotizador.
Lo importante para él
es distinguir entre las representaciones inconscientes que llagan a la
consciencia y las representaciones inconscientes que no pueden hacerse conscientes
pero que son eficaces.
Esta es la eficacia
que se revela en los síntomas, psicopatología de la vida cotidiana y en los
sueños.
Un sentido de lo
inconsciente es lo no-consciente y el otro, yendo más allá, implica que las
representaciones se mantienen excluidas de la consciencia a pesar de su
intensidad y de su eficacia.
El primero es el
sentido Descriptivo y el segundo el Dinámico.
El último implica la
intervención de una defensa, y si hay defensa es porque hay conflicto.
Este punto, la
dinámica del conflicto, es uno de los centrales en el campo del Psicoanálisis.
Cuando Freud nos
relata el proceso típico de la formación de sueños, hace referencia a las ideas
de la actividad diurna (las ideas latentes), las que se conectan con un deseo
inconsciente y gracias a la energía de éste, se le hace posible a la idea
llegar a la consciencia, debiendo antes pasar por un proceso de deformación.
Es la deformación el
índice que testimonia de la participación de lo inconsciente en la producción
del sueño.
Lo importante de este
proceso, es que la transformación implica reglas.
Son un conjunto de
leyes que rigen los cambios operantes en el pasaje de las ideas latentes al
contenido manifiesto, siendo distintas a las que operan en la consciencia.
Este sentido de lo
inconsciente es el de una legalidad, que rige la transformación de las ideas
latentes en el contenido manifiesto.
Lo inconsciente
nombra, por lo tanto, a la relación entre esas ideas latentes y el contenido
manifiesto.
La clínica con la que
se topa Freud, le muestra que el neurótico sufre de síntomas en los cuales se
manifiesta un carácter repetitivo.
Es como si
"recordaran" algo que la persona no puede recordar.
Surge el interrogante
de ¿que es una memoria sin un sujeto que recuerde?.
Freud llama
inconsciente a esa especie de memoria para la cual no hace falta imaginar a una
persona que recuerde y que, además, está sometida a una legalidad que funda la
repetición.
Es justamente esa
insistencia legal lo que llamamos saber, un saber que no necesita ser sabido,
que no puede ser sabido.
Podemos decir a esta
altura, que la obra de Freud intenta responder a su pregunta de ¿como funciona
la psique humana?, diciendo que uno de los sistemas fundamentales que determinan
nuestra existencia, es posible caracterizarlo como un existente psíquico,
eficaz, reprimido y organizado como un saber, al cual llamó inconsciente.
Es por eso, que un
sujeto pueda encontrarse con su pregunta, es ni más ni menos que la oportunidad
de confrontarse con aquello que insiste en cada uno y que está organizado como
un saber.
En ese sentido hacer
un psicoanálisis es la oportunidad de que alguien se encuentre con su pregunta,
su pregunta fundante, la que funda su ser.
Por este motivo se
puede sostener el llamar al campo teórico freudiano: la pregunta por el saber.
El momento de
concluir.
Al comienzo de este
trabajo se planteó la necesidad de realizar un rodeo para reflexionar sobre el
difuso terreno que presenta la Psicología y poder de esa manera, pensar las
afirmaciones del Profesor Fernández Trespalacios.
Este brindó una
definición de Psicología a la que ya podemos volver con más elementos para
analizarla. Como vimos, en la misma se entrecruzaban conceptos que
posteriormente hemos podido adscribir a preguntas totalmente distintas.
Dijimos que cada
pregunta define un espacio teórico diferente, y en ese movimiento crea sus
propios problemas e intenta sus propias estrategias de solución.
Por esta razón es posible
entender que hablar de "Procesos Psíquicos" pertenece al ámbito de la
llamada pregunta por el conocimiento, y que la misma define un espacio
conceptual donde lo mental, el pensar ligado a las representaciones y símbolos,
la inteligencia, el razonamiento, el plan y la intencionalidad, son ejes de una
operatoria que, trabajando con hipótesis y modelización, construirán un
universo de problemas que poco y nada tienen que ver con el
"Condicionamiento Clásico y Operante", también incluidos por
Trespalacios en su definición de Psicología Básica.
Solo un pragmatismo
puede conciliar unidades temáticas tan dispares como el que surge de juntar
"condicionamiento" con "cognición y procesos psíquicos".
Es posible que
algunos opinen que el conductismo a evolucionado a través del tiempo, y que los
conceptos watsonianos de sus orígenes ya están caducos, pero basta observar
cualquier libro de texto, y ver que incluye como lo básico -igual que
Trespalacios- la división entre condicionamiento clásico y condicionamiento
operante, para ver la actualidad de los mismos.
Es gracias a Burrhus
Skinner que existe esa clasificación, por lo que su opinión -contemporánea por
cierto- nos puede resultar de interés.
En la carta que
enviara al V Congreso Latinoamericano de Análisis y Modificación de la
Conducta, realizado en Caracas en octubre de 1986 expresa:
"El valor de ver
las consecuencias de la conducta en vez de especular sobre los sentimientos y
estados mentales tiene ahora un reconocimiento más generalizado. La fuerza
integral del análisis experimental no ha sido todavía bien comprendida, pero
está teniendo efectos demostrables, El fracaso notable de la psicología
cognoscitiva para manejar la motivación y producir una tecnología eficaz es
sólo una de las señales de que el poder que tiene el análisis conductual será
reconocido prontamente". Es bastante claro que para él, utilizar conceptos
mentalistas hace más mal que bien.
No menos enfática en
ese sentido es la Psicóloga Felicitas Kort, quien en un artículo publicado en
la Revista Latinoamericana de Psicología (Volumen 23 #2/1991), destaca que lo
importante es lo que la gente hace y que es imprescindible observar los efectos
del ambiente sobre la conducta. Asimismo les reprocha a Aarón Beck, Albert
Ellis y Michael Mahoney -a los que llama irónicamente
"cognitivistas"- el haber introducido nuevamente en la psicoterapia
conductual el concepto de introspección, un proceso de auto examen tomado
prestado de los filósofos, quienes lo utilizan desde hace 2400 años. Para apoyar
su posición Kort nos recuerda que su técnica conductista se dirige al hecho, no
al sentimiento, es decir que el énfasis no se centra en las actitudes, sino en
las consecuencias del comportamiento.
Hemos podido ver como
Skinner, tanto como Kort, siguen fieles a los principios que ya describiéramos
anteriormente. El ambientalismo, los hechos, las consecuencias de una acción,
el organismo en acción, describen una Psicología basada en principios
incompatible con las categorías mentalistas, y en ese sentido los autores
citados son muy elocuentes y específicos en marcar las diferencias.
Por lo tanto es claro
a que nos referíamos cuando en los comienzos del artículo expresábamos que la
definición de Trespalacios contenía de manera solapada uno de los nudos
teóricos conflictivos más importantes de la Psicología contemporánea. Es
evidente que el Profesor lo soslaya y produce una definición por acumulación de
conceptos, una mera sumatoria con una fuerte base pragmática.
En éste sentido la
posición de Arnold Lazarus, un discípulo de J.Wolpe (creador de la
Desensibilización Sistemática) al expresar que "no puede permitirse
renunciar a técnicas eficaces con el argumento de que infringen determinados
principios de la teoría del aprendizaje", deja sentada una posición que él
mismo llama:
"Eclecticismo
Técnico", con lo que abre la posibilidad de integración de aspectos
cognitivos. Este "eclecticismo", es algo demasiado cercano al planteo
que nos deja Trespalacios y permite ver más claramente como algunos pretenden
resolver el "nudo teórico" de la Psicología.
Hasta ahora se ha
podido incursionar en los conflictos que produce el entrecruzamiento de las
preguntas por "el aprendizaje" con la del "conocimiento",
cosa facilitada por el hecho de que ambas son fundamentalmente académicas.
La última, es decir
la del "saber", vimos que surge en un terreno distinto: el médico.
Desde ya que éste
origen determinará una dirección diferente. Si bien el pensamiento freudiano es
una teorización de modelos -como dice Bercherie- más o menos contradictorios e
inconciliables, es destacable su condición de ser operatorios para pensar la
clínica. La obra de Freud es un conjunto de modelos relativos y no hay una
posibilidad de extraer de ella un sistema completo, es decir, una síntesis
capaz de cubrir el conjunto de sus objetos. Tratará el autor de cerrar en un
sistema los elementos que dispone, cosa que cuestionará a renglón seguido ya
que el modelo terminado actuará como obstáculo rápidamente.
Una gran parte de la
obra de Freud se caracteriza por su dimensión especulativa, en donde existe con
lo real un vínculo muy flojo, pero también nos muestra un faz operatoria en el
campo empírico.
La primera apuntará a
la pregunta por el aparato psíquico y la segunda a responder como opera un
análisis.
En el oscilar entre un polo especulativo y otro clínico, el
Psicoanálisis construirá una serie de teorías de lo psíquico que son
absolutamente pertinentes a los intereses de la Psicología.
Más allá de la discusión sobre si el Psicoanálisis es o no
una Psicología, la que suena un poco pueril, ya que da por sentado que hay un
Psicoanálisis y una Psicología, creemos que es legítimo el derecho del llamado
"difuso campo psicológico" a tomar todo lo que considere pertinente
para sus intereses, entre los que se encuentra, de modo convergente con el de
Freud, contestar como funciona "ese real" llamado: el psiquismo
humano.
Si hay diferencias conceptuales con el modo en que esto será
contestado, no tiene la menor importancia, ya que hemos visto que ese es
justamente el problema general del universo de la Psicología. No tiene
importancia para sostener la oposición Psicología vs Psicoanálisis, pero sí la
tiene para poder dar cuenta de los interrogantes respecto a lo psíquico.
De la misma manera que el mundo de la Física no tiene una
teoría unificada que de cuenta de lo extremadamente pequeño y de lo
extremadamente grande, la Psicología no
se pone de acuerdo en los métodos y en los niveles de preguntas en los que
desarrollarán su disciplina, pero si bien esto muestra un gran problema, no
quiere decir que con lo que hemos logrado no estemos mejor que antes.
La humanidad ha mejorado mucho su capacidad de comprender
como funciona, pero también sabemos que -aunque se dude de si se logrará algún
día-falta mucho por hacer todavía.
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