Las ideas aquí expuestas, en torno a la metodología de la investigación
psicológica, forman parte de la perspectiva que asumimos desde la Cátedra de MIP II,
que integra el Plan de Estudios de la Carrera de Psicología de la UNR. Como bien
sabemos la formación en investigación es un contenido considerado fundamental en la
formación del psicólogo y que, en la actualidad, ha adquirido una relevancia e
importancia mayor. La metodología de la investigación en la Psicología y su enseñanza,
constituye una compleja y crucial problemática, que creemos demanda mucho tiempo
de reflexión y una discusión más profunda. Contribuir a dicho debate es la intención de
este documento que presentamos donde se pretende hacer explícitos algunos de los
supuestos básicos que sostenemos y orientan la selección de los contenidos y de las
actividades de enseñanza y aprendizaje que proponemos.
La investigación como una actividad colectiva concreta y situada, racional,
reflexiva y crítica, motivada e intencional, disparada por intereses diversos.
La investigación, los conocimientos que produce, los modos de producirlos, los
escenarios de prueba que se construyen, etc., se comprenden mejor si se los percibe en
relaciones con los investigadores que la realizan, en su condición de personas concretas
que actúan –piensan y hacen- situadas en un contexto institucional, histórico y
geopolítico complejo.
Este supuesto tiene tres consecuencias básicas en la organización y práctica de la enseñanza:
(a) Conduce a mostrar y demostrar, la estrecha relación existente entre la
producción científica –por lo general presentada como una teoría- y quienes la realizan,
cuándo, dónde, cómo por qué y para qué. Las teorías y sus metodologías se comprenden
mejor si se contextualizan y se las percibe como respuestas a problemas –de diversa
naturaleza- que, pensadores e investigadores –concretos y situados en una historia y en
un lugar- han dado, en sus pretensiones de resolverlos.
(b) Sugiere una estrategia de enseñanza y aprendizaje que pone a los alumnos
como protagonistas, actores reflexivos. Poner énfasis en el protagonismo de los alumnos
significa generar las condiciones para que desempeñen
un papel activo en la
construcción de los conocimientos, para que puedan pensar y proyectar una
investigación. Entendemos que pensar es relacionar y conocer es interpretar. Potenciar
en los alumnos en el pensamiento es potenciar el ejercicio de la relación, de la conexión
y al mismo tiempo en la elaboración de interpretaciones y de respuestas o conjeturas
posibles a los problemas que se plantean. Se aprende a investigar investigando pero, al
mismo tiempo, reflexionando y discutiendo acerca de lo que se hace, cómo, para que y
para quién se hace. Ahora bien, se considera que la producción de conocimientos, el
pensar o hacer una investigación, sin desechar este protagonismo individual y personal,
nunca es una actividad en solitario e individualista, sino más bien transaccional, una
actividad colectiva, en equipo, grupal, discutida, dialogada y si es posible, debatida.
c) Entiende que el pensar y el hacer científico son productos de la educación y
de la formación universitaria que reciben. Si bien toma como punto de partida las
formas y el contenido del pensamiento de los alumnos así como las modalidades y
estilos de conocer de las cuales disponen. Las nuevas formas de conocer e interpretar,
producir y exponer los conocimientos, que pretendemos que adquieran, surgirán de la
apropiación que hacen –acorde a las posibilidades de cada uno- de la herencia científica,
disponible y registrada. Este legado científico esta objetivado en los textos, todo ello
mediatizado además, por la intencionalidad de los docentes que los seleccionan y los
presentan en la bibliografía y la interpretación que realizan de los mismos en las clases
y exposiciones que realizan. Es decir, aceptamos que el pensar y hacer científico de los
alumnos están muy relacionados por el pensar y el hacer científicos de los docentes y
las modalidades de transmisión del conocimiento y las maneras de entender la
educación.
La singularidad de la investigación científica en la Psicológica. La Metodología
por fuera o por dentro de la Psicología.
En la expresión “Metodología de la Investigación Psicológica” el término
“psicológica” adjetiva al sustantivo “investigación” otorgándole especificidad y
precisión al mismo. Delimita la Metodología de la Investigación al campo de la
Psicología y señala que si bien debemos ocuparnos de las formas del proceder
metodológico de la Ciencia en general, esto no resulta suficiente para investigar en el
campo específico de la Psicología. Se debe particularizar en las formas singulares, de
como se realizó y, de cómo se realiza en la actualidad, la producción de conocimiento
científico con el “material” estrictamente psicológico. Por lo tanto, para investigar en
Psicología hay que saber no solo acerca de los procedimientos científicos, sus polémicas
y vicisitudes, de los cuales da cuenta la Historia del la Ciencia y la Historia de la
Filosofía de la Ciencia, sino también, hay que saber acerca de la Psicología y de su
historia metodológica. Hay que saber sobre Psicología. Conocer los grandes
problemas y desafíos que tiene la disciplina en este ámbito metodológico. La
opción metodológica, las decisiones que se tomen sobre los métodos o las técnicas que
se elijan o construyan están estrechamente relacionados con los objetivos de la
investigación y la manera peculiar de concebir la naturaleza de los fenómenos
psicológicos.
Reconocer la singularidad de la metodología de la investigación psicológica
tiene implicancias concretas en la selección de los contenidos básicos de la materia.
Algunos principios organizadores que utilizamos son:
(a) No hay Teoría Psicológica sin una Metodología para producirla. Uno
de los desafíos de la enseñanza es transmitir a los alumnos la idea que la psicología
científica es esencialmente metódica. No hay teoría psicológica sin una metodología en
la cual se sustente. Los caminos y modos de proceder que se adoptan para producir
conocimiento científico en el campo de la psicología están estrechamente ligados a un
marco conceptual de referencia. Sea lo que sea que investiguemos nuestros resultados
reflejaran los procedimientos de observación y medición que utilizamos y a la inversa
los procedimientos y decisiones que se adoptan se sostienen en buena medida en los
presupuestos y concepciones a los cuales se adhiere, de manera más o menos explícita.
La ciencia siempre inventa una realidad acorde de esa manera. Cuando “confirmamos”
nuestra teoría mediante “observaciones” diseñamos procedimientos que favorezcan la
plausibilidad de la teoría. (Bruner, J. Actos de Significados: 104-5). Hay una tradición
de enseñar teorías psicológicas haciendo escaza – a veces nula- refere3ncia a la
metodología.
(b) Hay una diversidad teórica y metodológica de la Psicología. La investigación
psicológica, en el momento actual, al igual que lo que ocurre en otras ciencias sociales,
se caracteriza por la diversidad teórica y metodológica, de métodos y de
procedimientos. Esta perspectiva contrasta con la idea de un que hay un único camino
para producir conocimientos o teorías que sean verdaderamente científicos. Reconocer
esta diversidad teórica y metodológica hace que la toma de decisiones, necesarias para
hacer una investigación, sea una tarea compleja, integradora de motivos, conocimientos
y habilidades que amalgama, estudio y práctica, reflexión y acción. Confronta con una
creencia fuertemente instalada en muchos alumnos según la cual en MIP esperan
aprender un método científico que luego van a “aplicar” a un tema que elijan. Asimismo
conduce a repensar el campo de la Psicología como empresa científica aportando mayor
precisión en relación a cuales son esas diversas teorías y sus respectivas metodologías.
(c) Esa diversidad aparece organizada en Paradigmas, Programas o que algunos autores
conceptualizan como Paradigmas (Kuhn), Programas (Lakatos) o Tradiciones (Laudan).
Estas diferencias se establecen no sólo entre los problemas que plantean y la manera de
concebir a los mismos, sino también entre las modalidades de resolución que proponen.
En cada uno de ellos teoría, metodología y métodos forman un sistema unitario que,
en su conjunto, transmite una voluntad de poder.
Si aceptamos que los problemas de investigación y los modos de proceder en su
resolución, están íntimamente asociados al marco teórico conceptual (la teoría
psicológica) de la cual se participa, de ello se infiere que, abocados a la tarea de enseñar
y aprender a investigar en psicología, no sólo hemos de ocuparnos de los métodos y
procedimientos de la investigación científica en general y de las ciencias sociales y
humanas en particular, sino que debemos ocuparnos de la Teoría Psicológica (como
expresión genérica de las teorías) y su proceso de construcción.
(d) Esta diversidad de perspectivas teóricas y metodológicas, conceptualizada
como paradigmas, programas o tradiciones se aprehende y se comprende mejor si se
adopta una perspectiva de análisis histórico critico. Consideramos necesario el estudio
acerca de como ha sido planteada la metodología psicológica en su relación con las
maneras de entender lo psíquico, su naturaleza, origen y desarrollo (una cuestión
ontológica) y los procedimientos idóneos para acceder a su conocimiento (una cuestión
epistemológica) en el proceso histórico de la construcción de la Psicología. Un
antecedente relevante al respecto es el camino iniciado por los Lev Vigotski, a
comienzos de la década de 1920, cuando encaró un análisis histórico de las formas
concretas que fue adoptando la Psicología desde el momento en que se inicia como
empresa científica hasta finales de la década de los años 20’s del Siglo pasado. En su
planteo pone la “cuestión metodológica” como una de las problemáticas cruciales más
relevantes de la Psicología. Vigotski interrogó las bases de la disciplina: ¿Qué es lo que
estudia la psicología? ¿Cómo lo hace o debería hacerlo sin renunciar a su nombre ni,
por ende, a la realidad de lo psíquico?
(e) La diferenciación entre metodología, métodos y lógica de la investigación.
Un concepto importe sobre el cual se discute y reflexiona es el de Metodología. Su
significación está fuertemente marcada por la tradición positivista que la restringe a un
momento de la investigación donde la metodología, es entendida como una de las etapas
que conlleva a una selección de técnicas concretas, de como se va a realizar la
investigación. Con suma frecuencia, al menos en la psicología, se cree que cuando se
estudian los métodos: clínico, experimental, genético, psicoanalítico y técnicas como
entrevistas, experimentos, observaciones, análisis estadísticos, encuestas nos estamos
ocupando de la metodología.
Desde otra mirada se entiende que la metodología utilizada en una investigación
psicológica da cuenta de los principios racionales que guían la toma de decisiones
relacionadas con los modos de proceder en los procesos de producción de
conocimientos en la disciplina. Cualquier metodología –al menos en el campo de la
Psicología que es el que aquí nos interesa- está atravesada y se sostiene en una
concepción del mundo y del hombre, en una filosofía, en una ontología, en una
epistemología, y es solidaria con una perspectiva ética y con una ideología.
Así entendida la metodología, guía la manera de recortar un tema, de pensar y
analizar el problema y formular los interrogantes. Permite tomar decisiones razonadas
acerca del recorte o la determinación de las unidades de análisis; acerca de la manera de
concebir los hechos (datos empíricos u observables) y su relación con la teoría. Se
ocupa de cuestiones referidas a la verificación, al alcance de la explicación y / o a la
necesidad de la interpretación. Ubica el análisis teórico en relación con la
investigación empírica y con la exposición, con el papel de la escritura en la producción
de conocimiento y en la comunicación de la investigación. Ayuda a seleccionar, adaptar
o construir los métodos más idóneos y coherentes en relación con las concepciones que
se sostienen y las decisiones que se adoptan en consecuencia. Desde esta perspectiva la
Metodología integra necesariamente saberes provenientes de la Filosofía, de la
Epistemología, de la Historia de la Ciencia y de la Psicología.
De este modo diferenciamos los Métodos de las Metodologías.
Diremos entonces que, un método se le concibe como conjunto de reglas e instrucciones
sistematizadas que deben guiar el modo de proceder acorde a los objetivos buscados y
en función del enfoque metodológico del cual se parte.
La manera de plantear un método será muy acorde, al menos esto es lo esperable, con la
metodología que se adopte. Así por ejemplo el uso que se hace del Método Experimental
se diferencia notablemente en el enfoque metodológico del Conductismo, de la Psicología
Genética de J. Piaget o de la Psicología Histórico Cultural de Vigotski. Las perspectivas
metodológicas en cada uno de estos programas son diferentes y aunque todos utilizan el
método experimental la utilización que hacen del mismo difieren notablemente. Para
utilizar el método experimental, tal como lo hace Piaget, debemos adoptar el enfoque
metodológico –su concepción de la inteligencia humana, su ontología y su
epistemología- que, se concretiza en forma coherente en la instrumentalización
experimental que hace.
He aquí donde la Lógica de la Investigación (Achilli, E. 2005) adquiere
relevancia en el análisis y la búsqueda de la coherencia en el proceso total de la
investigación. ¿Es coherente el uso de los métodos con el planteo metodológico que se
adopta en el planteamiento del problema de investigación? Así por ejemplo, ocurre que
en alguna investigaciones se comienza declamando un enfoque metodológico
fuertemente influenciado por una perspectiva fenomenológica hermenéutica y se
termina utilizando métodos estrictamente positivistas. Esto, según hemos podido
constatar, ocurre con mayor frecuencia de la esperada en las algunas investigaciones en
Psicología (Temporetti, F. y otros 2007). La coherencia entre metodología y métodos es
importante no sólo por una cuestión de lógica sino porque entendemos es el camino
adecuado para avanzar en la construcción del conocimiento dentro del marco de una
teoría.
(f) La noción de convergencia metodológica. Al mismo tiempo que se
reivindican las diferencias teóricas y metodológicas, la pluralidad de los caminos para
hacer psicología científica se sostiene la convergencia metodológica.
Aceptarla contribuye a la superación de los modos de investigar como antagonismos excluyentes, sin reduccionismo de un modo a otro y sin caer en eclecticismos anacrónicos.
Lo que Jerome Bruner denomina el fin del enfoque “o-lo- uno-o-lo-otro” que,
entre otras cuestiones, redimensiona la manera de concebir las relaciones entre
el explicar y el interpretar, entre el argumento lógico y matemático y la narración
y la historia; dos instrumentos necesarios y convergentes para la construcción de conocimientos que nos den cuenta, con mayor rigor sobre diversos aspectos del
hacer, pensar, desear e imaginar humano y de todo aquellos que se mueve porque
esta vivo y, donde haya vida, tal como nos lo enseño Jean Piaget, habrá posibilidad
de hacer psicología.
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